La bebida que pasas por alto y siempre está presente en tu nevera: hidrata más que el agua

El verano siempre trae consigo altas temperaturas y las temidas olas de calor. Hace tan solo unos días vivíamos la primera y ha sido esta semana cuando la segunda se instalaba en nuestro país. Esta ha hecho que los termómetros de muchas zonas hayan llegado a alcanzar los 45 grados y no bajen de los 25, lo que ha encendido las alertas amarillas, naranjas y rojas. A partir de hoy se espera que la situación sea algo más calmada, aunque volverá a ser extrema a partir de la semana que viene.

Durante este tipo de fenómenos resulta imprescindible mantenerse hidratado para evitar un posible golpe de calor, prestando especial atención a los niños y ancianos. Para ello normalmente recurrimos al agua y a los refrescos. La primera es vital según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, aunque parece que no es la bebida que más hidrata de todas.

La leche, la mejor aliada

Esto se debe a que el agua es uno de los componentes principales de muchas bebidas. Existen otras cuyas proteínas y grasas hacen que la hidratación llegue a ser más profunda y duradera. Es el caso de una que consumimos casi todos los días, si no todos, nada más comenzar el día, en el desayuno. Se trata de la leche y, más concretamente, la desnatada, pues posee un 88% de agua. Además, sus vitaminas ayudan a prolongar la duración del líquido en nuestro organismo.

Por su parte, el sodio, retiene mejor el agua y produce menos orina. La leche entera también gana en este ranking, al igual que el zumo de naranja. Pero, ¿qué pasa con el café? Depende de la cantidad de cafeína que contenga, pues beber demasiado hace que se termine por perder líquido dado su efecto diurético.

¿Debo guardar la leche en la nevera?

La leche es uno de los productos que siempre ocupa un sitio en nuestra nevera. Ahora bien, ¿es correcto hacerlo? ¿Todos los tipos de leche deben guardarse en ella? Todas estas dudas las respondió en el programa de televisión 'Zapeando' la doctora en farmacia y nutricionista Boticaria García.

Comenzaba diciendo que es "la leche cruda la que no se ha sometido a ningún tratamiento de calor por encima de los 40 grados", mientras que "la leche fresca se ha pasteurizado y se puede conservar en frío durante dos o tres días". Por su parte, la esterilizada o UHT "se puede tener en casa sin frío".

En resumen, la leche fresca y la esterilizada siempre deben estar en frío, aunque la segunda debe conservarse de esta manera siempre y cuando haya sido abierta previamente. Finalmente, la cruda es la menos recomendable para enfriar.