¿Cuál es la mejor manera de usar la sal para prevenir heladas? Responden los expertos

En varios puntos de España, el termómetro lleva ya varios días por debajo de cero y, por tanto, las heladas están presentes. Te contamos cómo combatir ese hielo con la sal

Los expertos explican cómo usar la sal para combatir el hielo

José Ángel Cuadrado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Con la temporada invernal encima, el debate sobre la mejor manera de utilizar la sal para prevenir las heladas cobra más relevancia que nunca.

En el caso de las carreteras, los expertos en mantenimiento vial y seguridad ofrecen una guía detallada sobre cómo aplicar la sal de manera efectiva para contrarrestar el hielo en calzadas y áreas residenciales.

La estrategia óptima para utilizar este producto y prevenir las heladas se basa en la anticipación, la distribución estratégica de la sal y la elección adecuada del producto. No todas las sales valen por igual.

Por ejemplo, el Dr. Javier Sánchez, climatólogo con años de experiencia en condiciones invernales, subraya la importancia de la anticipación en la aplicación de la sal: "Es esencial esparcir la sal antes de que las temperaturas alcancen el punto de congelación. Esta acción previa permite que la sal se disuelva y cree una barrera preventiva contra la formación de hielo", explica este experto.

Y es que el cuándo se aplique la sal es crucial.

Se recomienda su distribución antes de que las condiciones climáticas se tornen adversas. Si no se hace antes, de nada servirá a posteriori.

Las heladas empiezan a aparecer y la sal se presenta como una solución

Otro testimonio es el de Marta Gómez, ingeniera de carreteras con experiencia en gestión de heladas. Esta experta advierte: "La aplicación tardía de la sal puede ser menos efectiva. Es crucial esparcirla anticipadamente para obtener mejores resultados en la prevención de heladas".

La cantidad, también fundamental

Los expertos sugieren una distribución uniforme y moderada.

La medida estándar oscila entre 15 y 20 gramos por metro cuadrado. Sin embargo, este valor puede variar según la temperatura ambiente y la naturaleza de la superficie a tratar. Un exceso de sal no solo es ineficiente, sino que puede resultar perjudicial para el medio ambiente y las superficies de las carreteras.

¿Y la calidad?

También desempeña un papel crucial en su eficacia. La elección de una sal de calidad para derretir el hielo como, por ejemplo, la sal marina tratada o la sal de roca, puede marcar la diferencia en la efectividad y minimizar los impactos negativos en el entorno.

Otros factores

Realizar inspecciones regulares y aplicar la sal en áreas propensas a la acumulación de hielo, como rampas, intersecciones y zonas de sombra, es esencial para garantizar una prevención efectiva de heladas.

Máquinas que utilizan la sal para acabar con el hielo

Ahora bien, los expertos enfatizan la necesidad de equilibrar la seguridad con la sostenibilidad. De hecho, ahora mismo hay alternativas más ecológicas, como mezclas de sal y sustancias menos dañinas para el entorno, que están siendo investigadas como posibles soluciones a medio y largo plazo.

Algunas de esas alternativas son:

Cloruro de calcio y cloruro de magnesio: Estos compuestos químicos son alternativas comunes a la sal común. Tienen la capacidad de derretir el hielo a temperaturas más bajas que la sal, lo que los hace más efectivos en climas extremadamente fríos. Además, el cloruro de calcio y el de magnesio tienden a dañar menos las superficies y el medio ambiente en comparación con la sal de cloruro de sodio.

Urea: Utilizada comúnmente como fertilizante, la urea también puede ayudar a derretir el hielo. Aunque es menos corrosiva que la sal, su eficacia puede disminuir a temperaturas muy bajas y puede causar la contaminación del agua cuando se disuelve.

Arena: Aunque no derrite el hielo, la arena es utilizada para proporcionar tracción en superficies heladas. Se esparce sobre el hielo para mejorar la tracción de los vechículos y reducir el riesgo de resbalones y caídas.

Geles y productos de descongelación orgánicos: Existen geles y productos elaborados con materiales orgánicos, como la melaza, que pueden ayudar a derretir el hielo. Estos productos tienden a ser menos dañinos para el medio ambiente y las superficies, aunque su eficacia puede variar dependiendo de la temperatura.

Calor radiante y sistemas de calefacción subterránea: Estos sistemas utilizan calor radiante o cables calefactores instalados bajo superficies como carreteras o aceras para prevenir la formación de hielo. Aunque son efectivos, pueden ser costosos de instalar y mantener.

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