¿Cómo elegimos a nuestra pareja?

La elección de nuestra pareja no es casual, depende de algunos factores que te pueden llegar a sorprender

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María Bandera

Publicado el - Actualizado

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La pandemia ha puesto de manifiesto conflictos y grandes carencias emocionales que hacen peligrar las relaciones de pareja, de hecho las consultas online de psicoterapia para resolver estos problemas se han multiplicado en los últimos meses. La buena noticia es que, en buena medida, "con conocimiento y voluntad” puede ser posible encauzar de nuevo una relación.

Estar en pareja tiene que ver con la necesidad de tener vínculos estables y seguros

Lo cierto es que si estamos con alguien en concreto es por algo. Quizás ese puede ser un buen comienzo, conocer los motivos que nos llevan a estar en pareja. "De entrada suelen tener que ver con la necesidad de tener vínculos estables y seguros" explica a cope.es Marta de Prado, doctora en Psicología y autora de Cómo te relacionas en pareja (Loquenoexiste). En este sentido se busca el "ser par, dos miembros iguales, que funcionen juntos, con la misma energía, sin poder del uno sobre el otro, con un objetivo común"

Pero lamentablemente no siempre es así. "Durante años he visto muchas relaciones que han crecido juntos gracias al vínculo, pero otras que se fundamentaban en otros aspectos, aquellos que pueden responderse desde un 'para qué'. Hay parejas que se establecen no por la cercanía afectiva, sino en la búsqueda de obtener un beneficio de ellas". Es el caso de las "personas que se mantienen al lado de otra porque sienten que no les faltará nada económicamente, de aquellas parejas en las que uno de los miembros protege al otro que normalmente se siente frágil e incapaz de tomar decisiones por sí mismo o de aquellas en la que uno de los miembros tiene una tendencia a la sumisión por la deuda afectiva con la otra mitad".

¿Cómo elegimos a nuestra pareja?

La forma de elegir pareja dependerá del tipo de relación. En las relaciones de vínculo, recuerda la experta una frase de Antonio Gala 'el amor es una amistad con momentos eróticos' . "En cómo se eligen las parejas vinculares o se hace crecer una relación vincular tiene un peso muy importante esa amistad que llena la pareja de complicidad, se busca un igual, un compañero de viaje que nos haga formar parte del equipo de una pareja y que posteriormente serán la cabeza de una familia si deciden crecer juntos".

Si las relaciones buscan otros aspectos que no se asientan sobre este vínculo afectivo, estaríamos hablando de relaciones instrumentales, cuyo fin es "cubrir determinadas necesidades, pero no posicionan a los dos al mismo nivel".

De cómo se nos ha querido, aprendemos a querer

¿Qué influye en la elección de nuestra pareja?

La pareja es la definición de una relación entre iguales, por eso recuerda la experta "el peso de los hermanos y de los amigos a la hora de aprender a tener una relación vincular, cercana y segura con nuestra pareja".

Además, "es importante entender que de cómo se nos ha querido, aprendemos a querer y a querernos a nosotros mismos. En este punto la psicóloga advierte de cuatro tipos de apego en la infancia que pueden influir en el amor como adulto:

1) Las personas que crecen en un entorno de apego seguro se desarrollan en un entorno de alegría, optimismo, curiosidad, creatividad. En este entorno es importante la sintonía emocional que tienen los padres y el bebé demandante. Estos aspectos generan adultos con una buena autoestima, confianza en las personas que les rodean y, por tanto, son capaces de establecer vínculos seguros, positivos y significativos. Por ello tienen un buen manejo de la ansiedad, comodidad en la cercanía al otro y tienden a sentirse cómodos buscando apoyo y manteniendo buenas relaciones interpersonales.

2) Cuando el apego es evitativo, las emociones del bebé no son contenidas por los padres porque estos se ponen nerviosos, están inseguros ya que no se sienten capaces de cuidar adecuadamente a sus pequeños. Estos niños aprenden a que no pueden contar con sus padres, no se sienten acompañados ni queridos.

Cuando llegan a la etapa adulta, tienden a sentirse poco valorados, no confían en otros, viven sus relaciones sociales con sufrimiento y desilusión. Van a tender a una autosuficiencia compulsiva y a la minimización de afectos. No detectan las necesidades afectivas del otro. Suelen justificar sus conductas disfuncionales, no aprenden de sus errores. Si tuviéramos que describir el perfil suele ser solitario, instrumentaliza las relaciones porque “no saben querer”.

3) El apego ambivalente o ansioso. Durante el desarrollo, los niños son atendidos a veces, de manera inconsistente. Cuando presentan necesidades, unas veces son cuidados y otras no. Estos niños desarrollan conductas de mucha ansiedad e inseguridad, suelen ser desconfiados, recelosos.

Cuando llegan a la edad adulta, pueden ser temerosos incluso en situaciones de alegría, presentan ansiedad elevada. Mucho es debido a sus inseguridades en el apego que provocan en ellos una fuerte necesidad de cercanía, estableciendo en muchas ocasiones vínculos adhesivos o “pegatina”, si no están al lado de su pareja, se sienten frágiles, inseguros y ansioso. Presentan una importante preocupación por miedo al rechazo que se acompaña de una personalidad preocupada e insegura. En la cercanía con ellos, suelen describir su enorme temor a “no ser suficientemente bueno”.

Hay que cuidar ese compromiso porque de no ser así, se termina rompiendo la relación

4) Por último, el apego desorganizado se desarrolla en relaciones familiares abusivas, agresivas, de maltrato físico o emocional. En la edad adulta, necesitan acompañamiento terapéutico por los graves traumas sufridos y su incapacidad para establecer vínculos estables y seguros.

Físico o forma de ser, ¿en qué nos fijamos más?

Todo suma y dependerá de lo que busque el equipo que van a formar. "Una relación vincular necesita de la admiración de la pareja, en todos aquellos aspectos que sean fundamentales en su foco de interés. En las relaciones instrumentales, dependerá de ese “para qué”. Si busco alguien que cubra mis necesidades económicas, buscaré a una persona con recursos; si busco quien me acompañe a mis eventos sociales, mi interés estará en las habilidades sociales o aspecto de mi compañero… y así, casi tantas elecciones como parejas existen".

Las relaciones tienen que sumar, nunca restar

No hay que olvidar que la relación de pareja tiene un engranje del que "siempre" hay que estar muy atentos. "Al inicio de las relaciones, suele cuidarse la pasión, la intimidad, admiras a tu pareja y se lo haces saber, sin embargo, con el paso de los años, muchas se relajan porque sienten que ya forman parte del equipo”. Y sí, hay compromiso de permanencia… pero hay que cuidar ese compromiso porque de no ser así, se termina rompiendo la relación", concluye Marta de Prado.

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