Las 5 claves para que tu hijo haga más deporte y no abuse de los videojuegos
El 34,9% de los niños y adolescentes españoles de entre 8 y 16 años tienen sobrepeso u obesidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Esta semana conocíamos que el 34,9 % de los niños y adolescentes españoles de entre 8 y 16 años tienen sobrepeso u obesidad, según un estudio de Gasol Foundation. Esto viene dado por otro dato no menos preocupante: el 63,6 % de ellos ni siquiera practica los 60 minutos al día de ejercicio físico recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe revela también que más de la mitad de los menores supera las dos horas al día de uso de pantallas (televisión, ordenador, tableta, móvil o videojuegos) que aconseja la OMS, ya que están frente a ellas un promedio de 179,1 minutos diarios. Además, casi el 80 % sobrepasa el tiempo recomendado durante el fin de semana al utilizar esos dispositivos 282,6 minutos al día.
La exposición a las pantallas es un "factor muy relevante" en la obesidad y el sobrepeso de los menores. Por eso desde COPE.es hemos querido daros 5 consejos básicos para evitar que los pequeños y adolescentes de la casa sigan pegados al móvil, a los videojuegos o a la televisión. Porque, sin duda alguna, la clave para una vida saludable y un estado óptimo es salir a la calle y hacer deporte.
Establecer unas normas y cumplirlas
Debemos establecer una serie de normas y pautas de actuación con nuestros hijos que se cumplan de manera sistemática, hasta que acaben convirtiéndose en un hábito. Para empezar, debemos regular las horas que pasan jugando o delante de las pantallas. Otro punto importante es limitar su uso a una zona determinada de la casa. Es importante que esté en un lugar “abierto”, a la vista de la familia, evitando que se encierren en sus habitaciones. Y, por supuesto, establecer unas pautas para compartir la mesa en desayunos, comidas y cenas, libres de toda pantalla o videojuego, favoreciendo la comunicación de la familia.
Escoge bien el videojuego
No podemos evitar jueguen y que disfruten a través de los videojuegos. Como hemos comentado, hay que establecer esas reglas básicas de cumplimiento, pero que les permitan desarrollar una experiencia de juego positiva. Para ello, el tiempo que pasen delante de la pantalla debemos asegurarnos de que lo hacen con el videojuego adecuado. La elección es vital.
Una de las claves para escoger bien es seguir las indicaciones que aparecen en los propios juegos y que están regladas por las siglas PEGI (Pan European Game Information). Esto hace referencia al sistema de clasificación por edades para software y videojuegos aplicado en Europa. Con ello se trata de informar y aconsejar a los padres sobre el contenido del material interactivo que adquirían para sus hijos. Los principales fabricantes de consolas y periféricos como Nintendo, Sony o Microsoft respaldan el sistema PEGI.
Proponer alternativas de ocio
Es de gran importancia proponer alternativas de ocio que estén alejadas de las pantallas. De esta manera estaremos completando la formación de nuestros hijos, sin limitarla a quedarse en casa jugando.
Como venimos comentando, hacer deporte es indispensable en su desarrollo y en su calidad de vida. Es imprescindible para estar saludable. Por eso, si no sale de ellos salir a la calle y jugar un partido en el parque, proponedlo vosotros. Un partido, una vuelta en bici, un paseo por el monte o un baño en la piscina. Inculcar la practica de estas actividades desde muy pequeños, acabará formando un hábito en ellos que se acabe repitiendo el resto de sus vidas.
Juega con él
Jugar con ellos es otro aspecto indispensable para que las actividades al aire libre cobren un mayor protagonismo en la vida de nuestros hijos. No podemos limitar su juego o deporte a que lo practiquen con sus amigos o lo que es peor, en solitario. Ellos van a exigir su propia autonomía, aunque esto no difiere con que sientan la necesidad de que seamos partícipes en sus juegos. Por todo ello: juega con ellos.
Debes dar ejemplo
La mayoría de las veces los pequeños de la casa repiten lo que ven en sus mayores. Esto es un factor visible en todos los seres humanos. Imitamos y repetimos lo que hacen los demás. Es aquí donde gana enteros la vida que lleven los padres. Si ven que sus tutores llevan una vida saludable y que disfrutan de las actividades al aire libre, ellos acabarán imitando estas actitudes, y viceversa.