Las razones por las que no deberías pelar a tu mascota durante el verano
A pesar de que es una costumbre, hay motivos médicos para no llevar a nuestro a la peluquería canina “para que esté más 'fresquito'”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Suele ser bastante común. Llega el verano y llega el calor. Las familias se van a la playa con la nevera y las sombrillas, las grandes ciudades se llenan de turistas y los dueños llevan a sus perros rasurarse por aquello de que esté “más fresquito”. Sin embargo, ¿de verdad lo están? Todo parece apuntar que no y que en realidad se trata de algo más perjudicial que beneficioso para las mascotas. “El pelaje es un sistema aislante perfectamente diseñado que protege tanto del frio como del calor”. Es la explicación del doctor César Yotti, miembro del equipo veterinario de la clínica de dermatología veterinaria SKINPET.
La conclusión es que deberíamos pelar con mucho cuidado de nuestras mascotas. “Para ninguna raza es recomendable el rasurado y siempre tenemos que tener en cuenta que es contraproducente” aclara el doctor Yotti. El pelo tiene dos capas: el subpelo, y el pelo primario. Entre estas dos capas hay corrientes de aire que permiten un sistema de mantenimiento de la temperatura y, al rasurarlo, se pierde y puede producirse un calentamiento intensivo de la piel, quemaduras solares y problemas derivados del rasurados.
“Los del pelo corto se rasuran menos pero existen esa raza de pomerania o husky que tienen pelaje con mucha densidad, que pueden dar sensación de claustrofobia para el animal, pero en realidad les protege de la radiación solar muy efectivamente” aclara César Yotti. Hay que tener cuidado con este tipo de pelajes porque, al rasurarle, se produce algo que se llama alopecia posrasurado, que puede provocarles que les tarde en salir el pelo de nuevo 2 años, “con los problemas de exposición al sol que conlleva”.
Por contrario, en invierno hay muchos dueños que hacen los contrario, le dejan el pelo largo con intención de resguardar a las mascotas del frío. “La longitud del pelo no es una garantía de protección al frío ni al calor. Lo importante es que esté bien ventilado, con un cepillado frecuente, que no tenga nudos ni irregularidades, que sea un pelo sano y compacto, entonces es efectivo para mantener un equilibrio en la temperatura” concluye el veterinario.