¿Cómo son tus heces? Atento a esto porque tu salud puede estar en juego

Observar nuestras deposiciones es importante ya que los cambios en su consistencia, color u olor nos pueden estar avisando de un problema de salud

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María Bandera

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Seguro que a nadie le sorprende que el médico le pregunte sobre el estado de sus deposiciones. Lejos de ser una cuestión escatológica, conocer el estado de nuestras heces, nos puede dar algunas pistas sobre si padecemos algún problema de salud que deba ser consultado con un especialista.

Por eso es importante observar cómo son nuestras deposiciones, ya que "los cambios en su consistencia, en la frecuencia con la que acudimos al baño, la presencia de mucosidad o de sangre, puede indicarnos que estamos ante un problema de salud", explica a cope.es el doctor Antonio Moreno García, especialista Aparato Digestivo y portavoz de la FEAD (Fundación Española de Aparato Digestivo) del hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz)

No hay que olvidar que "las heces son el resultado de la digestión de los alimentos que ingerimos con lo que están compuestas de restos de alimentos que no se digirieron, agua, células epiteliales del intestino y una gran cantidad de bacterias de nuestra flora intestinal".

Lo cierto es que "no existe" un patrón estándar para saber cómo serían unas heces 'normales', en el sentido de proporciones exactas, densidad, olor o color de las deposiciones. "Las características de nuestras heces pueden variar en función de múltiples factores, como la cantidad de fibra o agua que tomemos. Así en un periodo que tomemos más fibra pueden ser más voluminosas y suaves, mientras que si estamos deshidratados estas heces serán duras".

Eso sí, las heces negras como el alquitrán, pegajosas, "podrían indicar una hemorragia digestiva alta", o la presencia de sangre roja fresca "que junto con prurito anal, nos haría sospechar de un proceso hemorroidal".

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Para definir los distintos tipos de heces -en cuanto a su forma y consistencia- explica el doctor Moreno García, se ha desarrado la Escala de Bristol, que las divide en siete tipos:

+Tipo 1: bolas duras y separadas, difíciles de expulsar.

+Tipo 2: forma de una salchicha llena de bultos.

+Tipo 3: forma de salchicha, pero con surcos en la superficie.

+Tipo 4: con aspecto de salchicha o serpiente, lisa, blanda y suave.

+Tipo 5: trozos blandos y con bordes definidos, fáciles de excretar.

+Tipo 6: Trocitos blandos cuyos bordes se deshacen.

+Tipo 7: Heces totalmente líquidas.

Según esta escala "los tipos 3,4 y 5 serían los patrones de deposición normal en cuento a la forma de la consistencia. Los tipo 1 y 2 suelen darse en los casos de estreñimiento y los tipos 6 y 7 son los que indican diarrea".

El tamaño por sí solo "no nos indica gran cosa", advierte el especialista. "Vendrá determinado por la cantidad de alimentos que tomemos, su contenido en fibra y nuestro estado de hidratación". De esta manera "si ingerimos gran cantidad de alimentos, tendremos deposiciones más abundantes que si comemos poco. Cuanto más fibra tomemos, más suaves serán las heces".

Si estamos ante unas heces pastosas, que flotan y como con gotitas oleosas en el agua, "puede hacernos pensar que estemos ante un caso de maldigestión de alimentos, como es la insuficiencia pancreática exocrina que ocurre en las patologías pancreáticas tipo pancreatitis crónica". Si solamente flotan, "puede que estemos ante un cuadro de malabsorción como son la intolerancia a la lactosa o la enfermedad celiaca".

En cuanto a su mal olor, es algo subjetivo y "vendrá determinado entre otros factores por el tipo de alimentos que tomemos y el estado de nuestra flora intestinal". Sin embargo, "si este cambia, siendo más pestilente de lo habitual de forma continuada, puede indicarnos que nuestra flora intestinal no esté equilibrada". Esto "puede ocurrir en periodos en los que hemos precisado tratamiento antibióticos, en situaciones en que existe una malabsorción de alimentos como la intolerancia a la lactosa o fructosa, o que estemos ante un cuadro de enteritis/colitis infecciosa".

Las heces blancas, denominadas acólicas, "normalmente -cuando se acompañan de orina oscura- nos indica que estamos ante una patología que dificulta el drenaje de la bilis al intestino como es la coledocolitiasis (cálculos en el conducto de salida de la bilis al intestino) o de un problema pancreático".

Las que son más verdosas pueden darse "por un tránsito intestinal más acelerado, como en el caso de las gastroenteritis, donde la bilis es rápidamente expulsada con las heces".

Además la expulsión de mucosidad abundante con las heces "puede indicarnos que exista un proceso inflamatorio en el colon".

Quizás uno de nuestros mayores miedos sea encontrar sangre en nuestras deposiciones. En este caso, lo más importante es consultar con un médico para que valore la situación ya que "puede ir desde una situación leve, como es un problema hemorroidal, hasta otras graves como son las neoplasias de colon".

"Si la sangre es roja, clara y se acompaña de molestias tipo prurito o dolor en zona anal nos haría pensar en patología hemorroidal o fisura anal", explica el especialista Aparato Digestivo. Si dicho sangrado va mezclado con las heces debemos descartar una neoplasia. Si la deposición es únicamente sangre, "pudiendo ir acompañada de coágulos, puede indicarnos situaciones que van desde una colitis infecciosa, una enfermedad inflamatoria intestinal tipo Crohn o colitis ulcerosa, un proceso isquémico, una diverticulitis aguda o un sangrado diverticular entre otras situaciones".

Por último el doctor Antonio Moreno García aconseja cuidar nuestro tránsito intestinal, con una "dieta sana y variada, rica en fibra, con abundante frutas y verduras, evitar el exceso de sal y el consumo de carnes procesadas, así como de alimentos ultraprocesados, una hidratación adecuada y realizar ejercicio físico, que favorece la motilidad intestinal".

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