Buenas sensaciones para Marc Márquez en su estreno con Ducati

El español Maverick Viñales (Aprilia Racing) dominó este martes los primeros test de MotoGP de cara a 2024 en una sesión en la que el español Marc Márquez terminó cuarto en su primer día con Gresini Racing y Honda, y el flamante campeón del mundo, el italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), acabó décimo primero, a más de siete décimas de Viñales.

El piloto de Roses (Girona) firmó un tiempo de un minuto, 29 segundos y 253 milésimas con el que lideró estos entrenamientos, aunque el sudafricano Brad Binder (Red Bull) se quedó a apenas 28 milésimas de la marca del español y acabó en el suelo del circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia) intentando mejorar ese registro.

Sin embargo, a pesar de quedar cuarto, el gran protagonista de la sesión fue el español Marc Márquez (Gresini Racing), que estrenó equipo tras once años y, sobre todo, nueva marca, con Ducati, con la que exhibió su calidad durante toda la jornada, llegándose a poner líder durante la tarde, con un tiempo de 1:29.424 que acabó dejándole en cuarta posición, por detrás del italiano Marco Bezzecchi (Mooney VR46 Racing Team).

Tras un fin de semana de tensión, en el que pudo incluso conseguir su primer campeonato de MotoGP, el subcampeón del mundial Jorge Martín (Prima Pramac Racing) terminó décimo quinto, con una marca de 1:30.152, en estos últimos entrenamientos antes de desconectar hasta 2024 de la motocicleta, pues sirven para concluir el mundial de MotoGP hasta el 8 de marzo, cuando los pilotos empezarán a rodar en el GP de Catar.

Decimoctavo acabó el español Pedro Acosta (Gasgas), flamante campeón de Moto2, que inició este martes su andadura en MotoGP, aunque con sobresaltos, puesto que terminó por los suelos, como también el francés Johann Zarco (Castrol Honda LCR).

La expectación alzada por el debut de Acosta en MotoGP y, sobre todo, por el cambio de equipo y de marca de Márquez hicieron que estos fueran los primeros entrenamientos postemporada en los que hubiera que pagar, algo que no hizo al público rehuir del trazado, puesto que, según el propio circuito, se vendieron todas las entradas.