Cádiz 1-0 Getafe: el milagro sigue aún muy lejos

Se puede creer algo en el milagro, pero no mucho más. Un partido en el que el Cádiz debía dar un paso adelante de verdad, ganarlo y además jugar bien se quedó a medias. Se logró lo más importante, vencer, pero en el intento se dejó una buena primera parte con mayor merecimiento en el marcador y una segunda muy mala en la que el Cádiz acabó pidiendo la hora.

Los amarillos salieron decididos, sin demasiado ímpetu, pero demostrando que se jugaban más que el Getafe. Todo el peso del partido era de un Cádiz necesitado y que lo demostraba con llegadas al área. Roger y Chris canalizaban el juego de ataque hasta un centro de Zaldua acabó en un claro penalti de Djené sobre el delantero gaditano. Rubén Alcaraz hacía el que iba a ser único gol del partido aunque hasta el descanso los amarillos merecían mucho más.

En la segunda parte el Getafe espabió y fue a por el empate. El Cádiz se metió atrás y comenzó a pasarlo mal. El cuadro de Bordalás tuvo en varias oportunidades el empate ante un equipo cadista muy asustado y en el que no le funcionaron apenas los cambios. Finalmente una victoria que alimenta una épica que sigue aún muy lejos.

El análisis de Pellegrino

Semblante serio y el de siempre. Lo que ya se sabe, en la derrotas no cambia su forma de expresión, tampoco en la victorias. Así que encontrar en las palabras de Mauricio Pellegrino un ápice de que el milagro es posible es francamente bastante complicado.

El entrenador, no obstante, valora el triunfo de su equipo. «Cada paso es importante, sobre todo con la adversidad y el momento de la situación. El equipo ha mostrado entereza a nivel mental y futbolístico. En la primera parte hemos merecido más de un gol. En la segunda hemos sufrido porque enfrente teníamos un rival que saca peligro de cualquier jugada. Ahora tenemos que recuperar porque jugamos el próximo miércoles«, explica.

Cuestionado por los cambios, que empeoraron el juego del equipo frente al Getafe, Pellegrino explicó que muchos de ellos fueron por problemas físicos. «Varios jugadores pidieron el cambio. Roger llevaba tiempo sin jugar y necesitábamos frescura. Los cambios siempre se hacen con una buena intención, uno trata de hacer las cosas para que todo salga bien».

El Cádiz jugó bien en la primera parte, pero todo cambió tras el descanso. «En la segunda parte hemos salido arriba en el inicio. Esa seguridad que uno quiere dar al equipo hace que muchas veces te quites el balón de encima. No hemos tenido claridad arriba pero muchas veces es entendible», decía el entrenador argentino.