La Explosión de Cádiz

Los testigos de la Explosión de Cádiz nos cuentan sus vivencias

Estuchamos la voz de quienes sobrevivieron o aquellos hijos y nietos de personas que sufrieron sus consecuencias aquel fatídico 18 de agosto de 1947

Niñas que sufrieron las consecuencias de la detonación del deposito de minas submarinas en Cádiz

Fernando Crespo

Cádiz - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Hoy estamos ante el Puente de la Constitución de 1812. En el Cádiz del Siglo XXI, desde donde comenzamos esta nueva entrega, buscando ahora, los testimonios de quienes vivieron la tragedia de la gran detonación, hace 75 años, del depósito de minas de la Armada.

Retrocedemos en el tiempo, para conocer a unos gaditanos que nos narran sus propias vivencias, e incluso las de aquellos que saben lo que ocurrió, porque sus familias se lo contaron, y es que esta es una historia que ha llegado a nuestros días transmitida también de padres a hijos.

AQUÍ PUEDEN VER EL CAPÍTULO 5 DE LA EXPLOSIÓN DE CÁDIZ:

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Capitulo 5 TESTIMONIOS DE UNA TRÁGICA HISTORIA

Capitulo 5 TESTIMONIOS DE UNA TRÁGICA HISTORIA

En esta 5ª entrega, de las 7 que conformarán este serial en el que recordamos La Explosión de Cádiz y lo que aquí ocurrió hace ahora 75 años, estuchamos los testimonios de quienes tuvieron la suerte de sobrevivir a la explosión o aquellos hijos y nietos de personas que sufrieron sus consecuencias aquel fatídico 18 de agosto de 1947.

El primero en contarnos sus vivencias es Salvador Solórzano, un niño de 8 años, por aquel entonces, que por pocos minutos se salvó de la explosión, al llegar a su casa pocos minutos antes de la detonación, él y su hermano Diego habían ido por la calle Tolosa Latour, hasta el puente de San Severiano para comprar tabaco para su padre. No olvidamos que en esa calle, muy próxima al depósito de minas de la Armada, fue donde murieron muchos de los que perdieron la vida aquella fatídica noche del mes de agosto.

Otro de nuestros invitados es, Julio Sañudo, Cartógrafo de la Armada, que en aquel entonces, era un niño de 4 años que vivía en la plaza de la Catedral y que vió como las puertas de la Seo gaditana sufrieron el impacto de la onda expansiva, siendo para él un juego ver los trabajos de reparación de los daños, no solo del primer templo de la ciudad de Cádiz, sino también los sufridos por su propia casa que sufrió innumerables desperfectos.

También nos acompaña May Cepero. Ella nos cuenta los recuerdos de la explosión de Cádiz a través de lo que su familia ha contado a lo largo de los años y nos traslada a aquella noche en la que su abuelo, Antonio Cepero perdió los zapatos sin saber cómo y su dramática vuelta a casa, descalzo y con la preocupación de no saber que suerte podía haber corrido su familia que vivía en la calle Plocia, en un edificio que también resultó dañado.

Maribél Limón, es otra de nuestras invitadas en este capítulo 5. Ella nos narra cómo tras la explosión le cuentan que fue por una ventana por donde encontraron el modo de sacarla de una casa que también resulto muy dañada a causa de la explosión.

Les recomendamos que no se lo pierdan y observen las imágenes que acompañan la narración de las diferentes historias ya que gracias a las fotografías de la época somos capaces de trasladarnos a aquel día en que Cádiz sufrió una catástrofe de la que le costó mucho reponerse de una explosión que marcó un punto de inflexión, antes y después, dando paso a una nueva ciudad que vivió a partir de entonces su gran expansión y crecimiento definitivo hacia extramuros.

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