Bizcocho casero: los errores más comunes que cometes a la hora de realizar este postre
Durante el confinamiento, son muchos los que pusieron en práctica esta sencilla receta, pero no todos lograron conseguir el bizcocho perfecto
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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En la repostería no siempre el resutado final es el que vemos en el libro de recetas. Frente a ese maravilloso bizcocho, con mucho sabor y esponjoso, nos hemos encontrado con postres que se desinflaban en cuestión de minutos, masas duras e incomibles o un bizcocho, que externamente era perfecto, pero estaba crudo en su interior.
Y es que, a pesar de lo fácil que es esta receta, son muchos y muy comunes los errores que cometemos a la hora de hacer un bizcocho y con los que fastidiamos la receta. Algunos de los errores más comunes que cometemos a la hora de hacer un bizcocho son:
No pesar los ingredientes
Al contrario que en la cocina, donde podemos medir las cantidades a ojo, la repostería es una ciencia exacta, en la que es necesario pesar todos los ingredientes. También los huevos, que a menudo son la causa de nuestro fracaso. Y ¿cómo sabemos cuál es el peso de los huevos?
Cada tamaño se decide en función de su peso: los huevos pequeños (S) pesan menos de 53 gramos; los medianos (M) oscilan entre los 53 y los 63 gramos; los grandes (L) rondan entre los 63 y los 73 gramos; y los supergrandes (XL) superan los 73 gramos.
La harina
A la hora de hacer un bizcocho es necesario que la harina sea especial de repostería, no nos vale cualquiera. Además, un truco que mejor nuestra receta es tamizar la harina, ya que evita que se formen grumos.
Batir de forma correcta
Otro de los trucos que pueden mejorar nuestro bizcocho es montar las claras. Pero tanto para montarlas como para hacer la masa, la clave está en batir bien. Y ¿cómo lo conseguimos? La clave está en hacerlo a una velocidad uniforme, siempre a la misma velocidad para que las burbujas que se creen sean del mismo tamaño. Además, al contrario de lo que puedes pensar, no es necesario que batas mucho la masa.
Levadura
Hay que echar la cantidad justa que indiquen los ingredientes en cada caso. Además, comprueba siempre que no esté caducada. Un truco que puedes utilizar para sustituir la levadura es emplear una mezcla de bicarbonato de sodio con un toque de zumo de limón, de forma que también te garantiza el agente levador en nuestra mezcla.
El horno
Aquí suele estar otro de los grandes errores que solemos cometer a la hora de preparar nuestro bizcocho. Primero, debemos precalentar el horno al menos 15 minutos para lograr una temperatura óptima de cocción. Ten en cuenta que para que consigas una temperatura de 180º debes poner el horno a 200º, ya que así podrás optar por una temperatura algo superior a la que indica esta receta.
Algunos pasteleros recomiendan poner a unos 210º, 10 minutos, para un bizcocho fino, y 20 minutos a 170º para los más gruesos. Y posiblemente el dato más importante y que muchos desconocen, a la hora de hacer la preuba del cuchillo para saber si por dentro está listo, abre el horno solo cuando se superen dos tercios del tiempo de cocción y la pieza comience a tener color.
Último toque
Una vez terminado lo mejor es dejarlo enfriar dentro del propio molde a temperatura ambiente, y luego cortarlo. Si quieres tener bizcocho por más tiempo, puedes congelar distintas porciones y descongelar a temperatura ambiente cuando vayas a consumirlo. Si eliges esta opción, si lo congelas cuando aún está caliente, conseguirás que la pieza no pierda la humedad y por lo tanto una vez descongelado estará para quitarte el sentido.