Cómo evitar la amigdalitis a través de los alimentos
Dolor de garganta, fiebre o ronquera son algunos de los síntomas más habituales de esta inflamación que tanto nos molesta
Córdoba - Publicado el
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La amigdalitis es una inflamación infecciosa de las amígdalas que suele provocar fiebre, y que afecta a una o de las dos amígdalas palatinas, formada por masas de tejido ovales, carnosas y grandes que se encuentran en la pared lateral de la orofaringe a cada lado de la garganta. También puede estar asociada a una gripe o resfriado, y suele tener su raíz en una dieta poco saludable que baja las defensas naturales del organismo, en el cansancio y el estrés, o en el consumo excesivo de trabajo o de bebidas alcohólicas. Aunque es más habitual en los niños los adultos también pueden sufrirla.
El cuadro clínico de esta patología son dolor local que puede ser muy intenso, fiebre, malestar general, voz gangosa, dificultad para la deglución, adenopatías cervicales y si está provocada por un virus puede ir acompañada tambión por tos, rinitis afonía y conjuntivitis.
Si finalmente acudes al médico podrá prescribirte un antibiótico siempre que sea por una infección bacteriana. Otros medicamentos como antiinflamatorios, calmantes para la disfagia, antipiréticos o gárgaras con agua salada pueden aliviar sus síntomas.
¿QUÉ COMER?
En muchas ocasiones un cuadro de amigdalitis acaba en el médido, pero ten en cuenta que los alimentos pueden prevenirla y también curarla, siempre que no esté producida por una bacteria. Es muy importante que tu dieta esté enriquecida con alimentos ricos en vitamina C, ya que nos protege de las infecciones. Para ello puedes tomar naranjas, limones, pomelos, fresas, verduras de hoja, patata, perejil, pimiento y tomate. Otro de los alimentos fundamentales porque nos aportan vitamina A y betacarotenos, que ayuda a mejorar el estado de las mucosas de la garganta es el hígado (siempre que no estés embarazada), huevos, queso, brécol, zanahorias, pimineto rojo, mango, calabaza o espinadas.
En nuestra dieta también deben estar presente la vitamina D y E, ya que mantiene en forma nuestro sistema inmunológico. Para ello procura tomar sardina, arenque, trucha, salmón, pipas de girasol, almendras, avellanas, brécol, boniato, aguacate o cereales integrales. Cuando hablamos de frutos secos recuerda que aquellos que los naturales te beneficiarán mucho más que tomarlos toscatos. Si el médico te prescribe antibióticos, el yogur natural te vendrá genial.
¿QUÉ BEBER?
Para patologías donde el aparato respiratorio está afectado, y sobre todo si es de vías altas, la hidratación es fundamental. Para nuestra gargata y en este caso para una amigdalitis, el zumo de limón con miel será un remedio muy beneficioso, porque además de aportar vitaminia C, estimula la producción de saliva, calmando la irritación.
Las infusiones de manzanilla o de flores de saúco reducen la fiebre y además provocan sudoreación. Una infusión de consúelas alivia el dolor
ACTIVIDADES
Cuando tengas dolor de garganta provocada por amigdalitis o faringitis, siempre te vendrá bien hacer gárgaras con agua templada y una cucharadita de sal. No será agradable, sobre todo cuando finalices el proceso, pero tu garganta lo agradecerá. Además, en el caso de la amigdalitis, prepárate una cocción de hogas secas de acrimonia o de hojas de salvia, endulzada con una cucharada de miel.
QUÉ EVITAR
A una amigdalitis no le viene bien algunos alimentos, sobre todo aquellos que al tragar hagan que el dolor se intensifique. Es el caso del pas tostado o los frutos secos o salados. También debes evitar la ingesta de alcohol y el tabaco.
SUPLEMENTOS
Como hemos dicho la alimentación es básica para prevenir cualquier patología, pero mucho más cuando hablamos de zonas tan expuestas como la garganta. También puedes recurrir a cápsulas de pensamiento y sauce.