Críticas al Córdoba por el lleno en el palco

El Córdoba cuenta con aproximadamente 5.000 abonados, pero por la normativa regional motivada por la pandemia de Covid-19 apenas pueden acceder -en estos momentos- 400 espectadores al estadio de El Arcángel. En la primera jornada, donde se toleró la presencia de 800 personas, el club decidió llevar a cabo un sorteo para decidir qué 750 abonados eran los agraciados (se reservaban 50 plazas para que si alguno de los agraciados era menor fuera acompañado). Este domingo el club pretendía llevar a cabo la misma operación, pero el jueves se encontró con la limitación a la mitad de ese aforo y decidió terminar abruptamente con el reparto de entradas alegando que ya había dado las 400 disponibles.

Los abonados cordobesistas asumieron con resignación por la situación de pandemia esta situación de nueva normalidad, pero ya mostraron su disgusto entre semana al conocer que el club repartió invitaciones al encuentro ante UCAM a empresas con las que tiene acuerdos de colaboración.

Pero lo que terminó de irritar al sufridor del equipo blanquiverde fue comprobar cómo las medidas de distanciamiento social y mascarilla obligatoria que obligaban a los contados aficionados que podían presenciar el choque frente a los murcianos no regían en el palco de autoridades.

En esa zona del estadio la distancia entre los presentes -rectores de la entidad, municipales, del deporte local y autonómico y otras autoridades- no se cumplía y bien fuera por compromisos previos adquiridos o por ánimo de complacer a todos los mandatarios en la ciudad el Palco parecía vivir en la vieja normalidad.

El Grupo Municipal de Podemos Córdoba ha criticado a través de una nota de prensa, la imagen que dio el Palco de El Arcángel "con mucha gente invitada y apiñada en ese espacio pequeño".

Muchos de los presentes en las gradas del desierto coliseo ribereño subieron a redes sociales imágenes del palco y del antepalco con ánimo de destacar el mal ejemplo dado y, sobre todo, la falta de criterio a la hora de cumplir una norma que todos los abonados pagadores de su localidad deben forzosamente acatar.

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