Cruz Roja ha dedicado su tradicional día de la Banderita a concienciar sobre la soledad no deseada
Catalogada como pandemia Invisible, la entidad ha beneficiado ya a más de 4.500 personas que la sufren
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Bécquer decía que la soledad es el imperio de la conciencia. La que no se desea es, paradójicamente, la peor de las compañías. En lo que va de año, más de 4.500 personas se han beneficiado en Córdoba capital y provincia de los diferentes proyectos y servicios que para las personas mayores oferta la Cruz Roja. La idea es paliar la soledad, prevenir el maltrato y fomentar un envejecimiento activo.
María Torralbo es la responsable del Programa de Personas Mayores de Cruz Roja y ha explicado en el acto de presentación del evento que “la soledad no deseada es una realidad que viven ya muchas personas. Se trata de una pandemia invisible, un sentimiento terrible, que afecta a la salud física y emocional de las personas, Si todos recapacitamos un poco, conocemos a personas y también nosotros mismos sentimos en ocasiones esa soledad. Por eso hay que visibilizar este problema”.
El personal de Cruz Roja ha estado acompañado en la presentación por autoridades políticas como Eva Contador y Bernardo Jordano por parte del Ayuntamiento; Salvador Fuentes, presidente de la Diputación; la subdelegada del Gobierno accidental, Herminia López, y la delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta, Dolores Sánchez.
La institución humanitaria preparó un ramillete variado de actividades desde visitas de escolares que compartirían con un grupo de personas mayores juegos tradicionales hasta una muestra de pinturas contra la soledad, pasando por gafas de realidad virtual y otros recursos tecnológicos.
En el arranque de la jornada un grupo de estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático combinaron poesía y canciones para incitar a la reflexión sobre la temática en cuestión.
Sirva como ejemplo de esta problemática la vida de Pepi, que tiene 72 años y quedó viuda en diciembre. Vive en el Barrio de la Golondrina y su principal ocupación es coser corazones que luego servirán para las causas sociales de la Cruz Roja. Las amigas que ha conseguido hacer con esta actividad y tener la mente ocupada bien valen el esfuerzo.