El desafío de cuidar el turismo cordobés sin desatender el problema de la despoblación en el Casco Histórico

Los premios más prestigiosos de Europa en el ámbito del patrimonio cumplen 20 años y en esta edición, uno de los ganadores ha sido Pax-Patios de la Axerquía, en la categoría de participación y sensibilización ciudadana. Esta asociación busca crear fuertes vínculos vecinales y empresariales en el Casco Histórico a la vez que mantiene una fuerte sensibilización por la regeneración urbana sostenible. Su presidenta, Gaia Redaelli, ha accedido a hacer en COPE una breve radiografía de la zona que mejor transmite la esencia cordobesa.

-Vuestro proyecto aborda uno de los problemas que sufre Córdoba y, en concreto, el Casco Histórico, el de la despoblación...

-Es un problema por varios motivos. El primero desde el punto de vista físico, que trae un paulatino envejecimiento de algunas estructuras. Pero, sobre todo, desde el punto de vista social. La despoblación lleva a la pérdida de esa red de relaciones fuertes que tiene la ciudad mediterránea, y en Córdoba ocurre así, con esas relaciones que se forjan en las "ciudades de los 15 minutos" de las que ahora se habla mucho. La despoblación también ha sido consecuenia de la burbuja inmobiliaria, que ha empujado a la sociedad hacia las afueras y a un hábito de vehículo privado. El fenómeno de despoblación en Córdoba es absurdo, no se puede tener una ciudad con la cálidad de Córdoba, con un Casco Histórico semivacío o habitado por personas mayores o turismo y, a la vez, que se esté llenando de edificios nuevos. Eso un sinsentido. Lo que había que hacer es, desde mi punto de vista, regenerar la ciudad consolidada. Córdoba ya tiene una calidad de vida altísima.

-Hablando precisamente de turismo, los datos recientes de visitas a Los Patios han evidenciado que la parte turísitica en Córdoba funciona pero, ¿cómo conviven la vida vecinal y el turismo?

-No se pueden poner puertas al campo. El turismo es un eje fundamental para nuestra economía y, en un mundo globalizado, indudablemete es imparable. Pero creemos que hay mecanismos que tienen que ponerse en marcha para equilibrar la vida vecinal con la intervención de una economía tan importante pero que, a veces, es extractiva y consume territorio. La administración pública tiene ahora muchas capacidades para la rehabilitación y los fondos Next Generetiom indican que vamos hacia la regeneración urbana.

-¿Cómo valoráis el estudio multidisciplinar que va a realizar la Delegación de Casco Histórico en Córdoba?

-Es muy importante verlo desde varias facetas, tanto la estética como la que da respuesta a las necesidades de las personas a través del comercio local y los servicios, con micro equipamientos que permitan la habitabilidad. Hay que compensar el pensar cuántas terrazas podemos tener, siendo conscientes de que hay vecinos que se van y a los que tenemos que atender para que no lo hagan. La economía colaborativa a raíz de la actividad turística es positiva, los fondos de inversión, no.

-¿Puede Córdoba hacer su Casco Histórico más sostenible a partir de los recursos que ya tiene?

-La pandemia no ha hecho sino acelerar este proceso. Es una cuestión de prioridades y claro que se puede hacer si las políticas ponen el foco en el lugar correcto. Creo que hay tres ejes muy importantes: fomentar un urbanismo de proximidad ( y reducir la interferencia de la movilidad de vehículo privado); enfrentar el cambio climático mediante la revegetación de la, la ciudad histórica permite hacerlo por su porosidad de los patios, y finalmente, generar mecanismos de gobernanza con la ciudadania. Hay que llegar a los vecinos y compartir con ellos la cultura de la regeneración urbana. El teletrabajo va a traer a mucha gente a lugares que garantizan una alta calidad de vida y debe ser así, nosotros hemos producido desde hace siglos este modo de vida.