Emilio Camacho, experto en agua: "Tendría que llover por inundación para solucionar esta sequía"

20.000 habitantes de Baena continúan aún sin agua potable para evitar un problema mayor de salud pública. Tampoco tienen novedades en los trabajos de análisis de aguas que se están realizando para conocer de dónde viene el protozoo que ha generado seis infecciones intestinales en la localidad, el conocido como Cryptosporidium Parvum. La Junta de Andalucía, encargada de los análisis a través de la Red de Salud Pública, ha pedido paciencia al Ayuntamiento de Baena porque, asegura "son estudios que requieren su tiempo".

Todo esto en una situación que está poniendo a los embalses de la provincia contra las cuerdas por la falta de precipitaciones, que los mantienen al 14,6% de su capacidad en la provincia. El año hidrológico de la Cuenca del Guadalguivir en Córdoba ha sido, hasta la fecha, de 402 litros por metro cuadrado," tres veces inferior a media registrada en los últimos diez años en Córdoba", según ha especificado a COPE Emilio Camacho, miembro del comité de expertos en sequia en la Junta de Andalucía. Considera Camacho que, para resolver esta situación, tendría que resolverse por inundación. "Así es como se resolvió también la sequía del año 1995. Las sequías no son eternas", especifica.

Lo que sí esta sentando esta sequía es un precedente para que las instituciones acometan inversiones en infraestructuras hidráulicas. "En la sequía del año 95, una de las conclusiones importantes que se sacó fue que había que modernizar los regadíos. En esta sequía, el mensaje claro es que hay que apostar por las infraestructuras y la tecnología, usar recursos como las aguas regeneradas en zonas donde sea posible, apostar por la digitalización para tener una mayor disponibilidad de recursos", expresa el catedrático.

Soluciones para el consumo de agua

En zonas como El Alto Guadito y el Valle de los Pedroches, donde se han cumplido ya cinco meses sin agua potable en el grifo debido a la contaminación del embalse de La Colada, mecanismo como la ultrafiltración, utilizada para potabilizar el agua anteriormente, no han dado buen resultado. Ahora, Emproacsa está planteando la opción de probar con la ósmosis, otro mecanismo que, según Camacho, "es muy efectivo, pero también muy costoso, además de suponer un gran derroche de agua".

Una última opción a largo plazo, la de desalar el agua del litoral y hacerlo llegar a las zonas de interior es una apuesta que, de momento, no se plantean desde el Comité de Expertos en Sequía de la Junta de Andalucía. "Solo en una situación muy remota y muy extrema podríamos llegar a contemplar la idea de que las desaladoras lleven agua a zonas como Córdoba por el elevado coste energético que podría suponer trasladar ese agua de la costa al interior", ha concluido Camacho. De momento, los expertos se encomiendan a las lluvias de otoño para que la calidad de las aguas vuelva a su estado natural.