María Galiana, actriz: "La televisión produce una mitomanía absurda que nada tiene que ver con la realidad"
La actriz sevillana participará esta tarde en 'Cosmopoética' a través de su recital 'Yo voy soñando caminos"
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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-Uno suele querer llegar a la jubilación para hacer las cosas que le gustan con tranquilidad. Menuda jubilación la suya…
-(Risas) Sí, ha sido un poquito excesiva. No estaba acostumbrada a este trote, aunque el de las clases es tremendo, pero forma parte más de una rutina y es más descansada. Ahora me estoy haciendo una cantidad de kilómetros… Yo encantada, pero el cuerpo se resiente un poquito. Ya con mi edad, la verdad es que tampoco quiero una jubilación al uso. Mis nietos ya son mayores y yo ahora estoy muy a gusto. Quedarme en mi casa leyendo o viendo la televisión y esperando que el día esté mejor o peor, no me veo… El día que ya nos domine los achaques, me tendré que quedar en casita. Yo vivo al día.
-Le conocen por el papel de abuela en 'Cuéntame' y, como suele pasar, la gente ve al personaje y lo relaciona con la persona. Pero fuera de escena, María y Herminia no se parecen en nada porque de abuela al uso, usted no tiene nada... No para de viajar y además lo hace todo con absoluta independencia y menos mal porque la vida avanza a ritmo vertiginoso...
-Eso es cierto. Los personajes crean a veces conceptos muy falsos de la persona. No se por qué hay como una especie de búsqueda de los mitos. A mí me han pasado cosas extraordinarias… Me han pedido que les dé consejos de vida, hay abuelas que me han tenido de referente como si fuera alguna especie de psicóloga o gurú; o me han pedido, con un folio en la mano, que “le pusiera algo” y no sabía que quería. Esto es todo efecto de la televisión, deberíamos hacer un estudio sociológico del impacto que tiene la televisión en los personajes y los actores. Produce una especie de mitomanía absurda que nada tiene que ver con la realidad.
-A pesar de eso, ha tenido seis hijos. ¿Cómo se hace eso es un mundo aún menos conciliador del que tenemos hoy y con esa visión tan independiente?
-Las circunstancias han cambiado mucho respecto a la vida que nos gusta hacer. Creo que antes no teníamos ese afán consumista de ahora. El trabajo no es un castigo, como ahora puede considerarse. Tampoco teníamos la necesidad o la ambición de superar la generación anterior a la nuestra, de que fuera mejor, aunque inevitablemente la mía lo fue. No pensábamos en vivir en una casa propia, en que cada miembro de la familia tuviera un coche… Incluso cuando hablamos de madrugar… A veces os hago bromas incluso a vosotros, los periodistas jóvenes, cuando os digo que prefiero que me entrevistéis a las ocho de la mañana y os echáis las manos a la cabeza… (Risas). Todas esas cosas nos quitaban preocupaciones.
-¿Qué papel le encantaría interpretar y todavía no ha llegado?
-Muchos, montones. No he hecho casi ningún papel de mujer mayor de los que me gustaría como las inglesas o las americanas. Me gustaría hacer papeles para los que ya se me ha pasado la edad.
-Si pudiera volver atrás, preferiría haber tenido otro tipo de papeles que quizás la juventud le hubiera brindado, o repetir su experiencia en las aulas?
-No cambiaría nada de mi pasado, pero me gustaría haber trabajado más en el cine. A veces pienso ahora que ya se me ha pasado la edad de hacer de madre, por ejemplo, ya solo puedo ser abuela. Hace 22 años que empecé a hacer de Herminia, aunque es cierto que en teatro he hecho papeles que han sido muy diferentes, como el que tuve en ‘La asamblea de las mujeres’. Sí, me gustaría hacer papeles que me sacaran del estereotipo de viejita, vieja, viejísima – que es lo que soy, pero que trato de disimular (Risas).
-Ha sido profesora de Historia, por tanto, lo conoce muy bien. Me llama la atención que, además, precisamente la historia de España la ha vivido por dos. La suya y la que se cuenta en Cuéntame. ¿Se ha sentido un poco en bucle alguna vez?
-Un poco sí, pero nada tiene que ver la vida Herminia con la persona que yo fui en esa época. Yo no he vivido nunca en pueblo, siempre he tenido un ambiente muy distinto al que sale en ‘Cuéntame’, porque en esa época, no todas las mujeres estudiaban bachillerato, había algo así como una cosa que se llamaba ‘Cultura General’ y de ahí salías para casarte. Mis padres eran de clase media y, en esos años de Herminia, yo estaba en la Universidad corriendo delante de los guardias (risas).
-¿Está bien contada la historia en España?
-No. Por lo general, lo sabrás tu bien como alumna que habrás sido, hay una parte de la historia reciente a la que nunca se llega en las aulas. A mí, a veces, los alumnos me pedían empezar la historia de España en el siglo XX, porque nunca llegaban. La Edad Media estaba muy bien, pero esto también les interesaba. De Isabel II no se pasada… En ‘Cuéntame’, la historia empieza en los años 50, esos años no se llegan a estudiar en las aulas.
-Si pudiera elegir entre el teatro, el cine o la televisión, ¿con qué se quedaría?
-No se pueden comparar. Pero a mí me encanta el cine, siempre me ha gustado, soy una cinéfila empedernida y creo que las películas tienen una magia tremenda. El teatro y la televisión son otros medios de expresión, totalmente distintos, cada uno te aporta algo. La televisión, por ejemplo, te hace estar viva, tienes que estar preparando y estudiando guiones todos los días. Las tres son expresiones artísticas completamente diferentes, todas ellas totalmente satisfactorias.
-Viene ahora a recitar poemas en Cosmopoética y el título para su recital es el de 'Yo voy soñando caminos'. Ha elegido a Machado, Manrique o Benedetti. Leo en la descripción de su intervención que los poemas que recitarán despiertan en usted sentimientos compartidos con los autores. ¿Cuáles son esos sentimientos?
-Son sentimientos muy variados. En esto, francamente, soy vanidosa. Creo que tengo un don, el don de empatizar absolutamente con los versos que leo, de meterme de lleno, poner toda mi energía e involucrarme en lo que el poeta quiere transmitir. Comprendo la trascendencia que pueden tener los poemas.
-¿En qué está ahora?
-Ahora estoy centrada en los recitales. Pero, probablemente, comenzaré a plantearme ensayos después de Navidad. Los últimos capítulos de Cuéntame ya se están escribiendo, no serán tantos como hasta ahora, probablemente solo seis o siete… Pero es que hay que cerrar esta serie en condiciones, no diciendo adiós ahí te quedas, y espero que en ese final no maten a la abuela (risas).