El origen del mito sobre las mujeres más guapas de España: ¿Por qué las andaluzas?
Nos adentramos en el origen de este tópico centrado en la mujer morena, de largo cabello y mirada profunda
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Muchas personas lo consideran un tópico o incluso un mito, pero bien es cierto que son muchos los que creen que la mujer andaluza tiene una belleza singular. En concreto se dice que las mujeres cordobesas son las más guapas de España. Pero, ¿qué hay de cierto en este tópico? Aunque no podemos generalizar, es cierto que abundan las de cabello oscuro y ojos penetrantes. Una belleza que conquista a la primera de cambio.
¿De dónde viene el mito?
El pintor cordobés Julio Romero de Torres rompió, a principios del Siglo XX, con los cánones de belleza establecidos hasta entonces. Estos se correspondían con los de la belle époque: los de una mujer frágil, de rasgos caucásicos como símbolos del refinamiento y la belleza.
El artista estaba obsesionado con la belleza cordobesa que representaban las mujeres delgadas, morenas y de mirada profunda. Por ello, muchas de las mujeres de su obra representaban este nuevo modelo, hasta ese momento impensable, y con la que encandiló a la sociedad del momento, como una de sus obras más conocidas, La Chiquita Piconera.
La escena de este lienzo, se desenvuelve en el interior de una humilde habitación, donde una joven sentada en una silla de anea, se adelanta sobre un brasero de cobre, sosteniendo en sus manos una badila de metal. Una puerta abierta, deja ver al fondo, el paseo de la Ribera, el Río Guadalquivir, el Puente Romano y la Calahorra, todo bajo un cielo de anochecer.
En este cuadro se encuentran todos los elementos fundamentales que definen la pintura de Romero de Torres: Córdoba envuelta en brumas, siempre distante y próxima; la belleza como ideal, reflejada en la mujer; la mezcla de ardor y frialdad; de dulzura y desencanto, de arcaísmo y modernidad; de nostalgia y presencia.
La Cordobesa
El origen de esta singular belleza de las cordobesas nace con un encargo que recibió el artista para promocionar las bodegas Cruz Conde. Don Ramón Cruz Conde, el fundador de la bodega homónima, y el pintor eran íntimos amigos. El empresario solicitó la destreza y sensibilidad plástica de Julio para representar a la marca.
El artista decidió retratar a una de la época, en este caso a la famosa cupletista Dora, La Cordobesita, que en torno a 1925 posó para él, ataviada con sencillez, con un hombro semidesnudo y sujetando una guitarra. La sensualidad de Dora trascendió más allá de la botella de anís La Cordobesa, en la que quedó inmortalizada.
A partir de ese momento, el símbolo de la marca se convirtió en el nuevo prototipo de la estética de la mujer española. La figura esbelta, pero de fértiles caderas, la tez olivácea, la melena oscura, y los grandes ojos negros de mirada penetrante, le arrebataron el alma no solo a un pintor enamorado de su raza, sino también la de cualquier mortal de la época.
Referencias a esta belleza singular
Son muchos los artistas que han inspirado sus obras en esta belleza, como dicen Los de Sierra Morena en su pasodoble "Soy Cordobés":
"En ti está la gentileza
la gracia y la gallardía
de la mujer cordobesa
con su mezcla de judía
rebosante de belleza."
En Córdoba capital, el escultor cordobés José Manuel Belmonte, conocido por su escultura homenaje a Los Patios, realizó una escultura en homenaje a la belleza cordobesa, que se encuentra ubicada en los Jardines de Colón.
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