Ignacio Molina destaca al papel de la Resurrección durante la Exaltación a la Alegría

Ignacio Molina, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ha pronunciado en la Parroquia de Regina Mundi, la Exaltación a la Alegría organizada por la Cofradía del Resucitado residente en este templo. El título era una clara referencia a su titular mariana. Según ha comentado el propio orador, recibió el encargo el pasado año, cuando la corporación decidió sustituir la tradicional presentación de su cartel por este acto, ante la ausencia de fotografías de la anterior Semana Santa.

Molina, que pertenece a esta cofradía desde sus primeros años, fue presentado por el Hermano Mayor, Eduardo Iáñez, quien fue su profesor de literatura, actuando como introductor Luis Iáñez, Vocal de Prensa. Comenzó recordando las procesiones celebradas durante otros siglos con el Resucitado de Santa Ana. Relató que antes esta talla había estado en Santiago y San Gil.

Especialmente significativa fue la anécdota que comentó, sucedida mientras se encontraba en Alemania y una trabajadora del hotel donde se alojaba, le recordó cómo celebran allí en este día el Jueves de la Ascensión del Señor. El presentador recordó como en otros lugares, las festividades de la Pascua de Resurrección, como el primer lunes, tienen un carácter especial y resaltó la necesidad de celebrarla como algo más que un epílogo de la Semana Santa, de la que dijo que debería de ser a este tiempo litúrgico, lo que el Adviento a la Navidad. Aludió, durante el último tramo de su intervención, a que el título de Alegría está presente en el Ave María, pues equivaldría a la traducción de la primera palabra de esta oración, que se pronuncia en latín.

La asociación de fieles agradeció al orador su intervención, con la entrega de un "campanillo de plata". Cerró el acto un grupo de cámara de la Banda de CCTT de Jesús Despojado. Con este tipo de formación, se reducía el número de componentes del grupo artístico, para adaptarlo a las circunstancias de la pandemia. Entre otras obras, interpretaron el Ave María de Caccini.