Brillante concierto a cargo de London Symphony Orchestra, María Joao Pires y John Eliot Gardiner

Una de las orquestas tradicionales del Festival de Granada es London Symphony Orchestra. Este sábado, 9 de junio, se cumplían justamente 48 años de su primera actuación en este ciclo. Está bien justificada su presencia puesto que la formación británica posee un nivel extraordinario y suele cumplir de forma brillante en sus actuaciones en el Palacio de Carlos V, como sucedió anoche, donde estuvo dirigida por John Eliot Gardiner, un maestro del que hemos disfrutado en otras ocasiones en Granada.

Una sonoridad espectacular

Desde los primeros compases se dejaba notar el ensamblaje magnífico de los músicos londinenses, con una disposición de la cuerda ajena a la habitual. Especialmente efectivos los vientos. Fue la tónica de todo el concierto protagonizado por la música de Beethoven. Tras la Obertura II de Leonora, llegó el momento de escuchar a María Joao Pires, otro valor seguro, para interpretar el Concierto número 4 para piano y orquesta. Antes, Antonio Moral, director del Festival, subió al escenario para comentar que la portuguesa estaba convaleciente de una enfermedad y que pese a ello no había querido perderse esta cita. María ha ofrecido en Granada una serie de recitales que han puesto de manifiesto que estamos ante un personaje colosal y su actuación de ayer nos permite volver a expresarnos en ese sentido. Podríamos hablar de lirismo, expresividad, conjunción con la orquesta y todo ello sería insuficiente para describir su actuación. El comienzo de segundo movimiento, resultó tan maravilloso que podríamos decir que se hizo justifica a la partitura del genio de Bonn.

Conmovedora Cuarta de Beethoven

En la segunda parte el protagonismo fuera para la Sinfonía número 4, una joya a veces eclipsada por otras partituras del mismo género escritas por Beethoven. Todos los músicos que pudieron actuaron en pie, tal vez buscando una mayor libertad de movimientos para la expresividad y evocando antiguas estampas de otras épocas. El resultado fue antológico, conmovedor, al nivel que merece un Festival como el de Granada.

Los mismos artistas actuarán en el concierto de clausura programado para este domingo, aunque con un repertorio en el que los protagonistas serán Schubert, Mozart y Tchaikovsky. Así pasará a la historia el 71 Festival de Granada, con un protagonismo extraordinario para el flamenco en el Centenario del Concurso de 1922, y con momentos de un nivel artístico incuestionable.