SOCIEDAD
Rocío, la joven a la que un infarto medular ha dejado en silla de ruedas: “Nadie sabe qué lo ha provocado"
Rocío Martín sintió un fuerte dolor en el abdomen y acudió a un centro de salud donde le dijeron que era ansiedad. Se fue a casa y poco después ya no podía mover las piernas
Málaga - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Rocío Martín es una joven de 30 años natural del municipio malagueño de Alhaurín el Grande. Corría el mes de julio de 2021, cuando el día 14 de ese mes y en cuestión de minutos, Rocío pasó de llevar a una vida completamente normal a no poder andar.
Una mañana, mientras trabajaba en la oficina, Rocío sintió un dolor intenso a la altura del abdomen y a los pocos minutos se sumó un hormigueo en las piernas. Fue entonces cuando decidió acudir a un centro médico porque no sabía qué le ocurría, solo que las piernas le fallaban. Rocío Martín cuenta su historia en COPE MÁS Málaga
INFARTO MEDULAR
Llegó al centro de salud y allí, tras una primera exploración, le dijeron que se trataba de un cuadro de ansiedad. Rocío se marcha a casa, pero estando allí nota que se siente inquieta, que algo no va bien. Unas sospechas que confirma cuando se levanta y anda hasta el baño con dificultad. Allí comprueba que no puede orinar: “Me desplacé con mucha dificultad a hacer pipí, y cuando ví que no podía, ese fue el detonante para pensar que estaba pasando algo más de lo que me han diagnosticado”, cuenta Rocío a COPE Málaga.
Ante esa situación, Rocío se desplaza al Hospital Clínico de Málaga capital para ser sometida a más pruebas. Allí, y tras varias horas, los médicos le diagnostican un infarto medular: “Eso es que una arteria que no riega la médula y las fibras nerviosas que la componen se han necrosado y ahí se ha producido un daño”.
HOSPITAL DE TOLEDO
Rocío no sentía nada de cintura hacia abajo y una vez diagnosticado el infarto medular se traslada trasladas a Toledo, al Hospital Nacional de Parapléjicos. Allí Rocío pasa unos ocho meses, tiempo durante el que aprende a adaptarse a su nueva situación: “El vestirme, el ponerme un pañal, el pasar de la cama a la silla y de la silla al baño. Hacerlo todo, pero de manera diferente”, asegura.
AYUDA
Nueve meses después de sufrir el infarto medular, Rocío solo conserva la movilidad en el 20 por ciento de su cuerpo. Ahora busca ayuda económica para poder adaptarse a su nueva vida que la obliga a reformar su vivienda o contratar a alguien que le asista. Por ahora, son muchos los establecimientos de Alhaurín de la Torre, donde reside ahora, que venden unas pulseras solidarias al precio de dos euros, para ayudar a Rocío y a su pareja, Cristóbal. Estas pulseras también se pueden adquirir en locales de municipios cercanos como Alhaurín el Grande y Coín.
Además, la venta de pulseras está siendo apoyada por un número de cuenta y otro de Bizum en los que se pueden hacer ingresos. Para contactar con Rocío Martín hay habilitada una dirección de correo electrónico: rocioemartin_91@hotmail.com