Así viven los vecinos de Córdoba tras un año sin agua potable: “Regaderas para ducharse y mal olor"
En COPE Andalucía, hablamos con algunos de los 80.000 vecinos del norte de la provincia. Esperan con muchas ganas volver a beber agua del grifo
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Un año llenando garrafas de cinco litros casi a diario. Un año duchándose con regaderas. Un año con el agua sucia. Un año sin agua potable. Así viven 80.000 vecinos del norte de la provincia de Córdoba desde el 17 de abril de 2023.
Hace un año, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía declaraba no apta para el consumo humano el agua de la Zona de Abastecimiento del Norte de Córdoba. ¿El motivo? Habían encontrado en el sistema de abastecimiento valores superiores a los permitidos de carbono orgánico.
La situación de sequía prolongada que sufre en Andalucía motivó que el pantano de Sierra Boyera, que abastece a más de una veintena de municipios, se quedara seco . La decisión fue habilitar una conexión de abastecimiento desde La Colada, que depende de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana. Pero el agua estaba contaminada. Han pasado 365 días desde aquello.
Mucha paciencia
En COPE Andalucía hemos hablado con Ana María. Ella vive en Espiel, un pueblo donde viven algo más de 2.000 personas. Nos cuenta que las garrafas son ya un elemento más de su cocina. "Se han convertido en parte de la decoración de mi cocina". Y reconoce que la situación como liosa.
Ana María regenta un bar. Hace justamente un año estuvimos con ella. Entonces se lo tomaba con filosofía. Pensaban que serían unas semanas sin agua potable. Un año después, volvemos a estar con ella. Sigue con la misma paciencia.
Y eso que el problema le afecta doblemente. “En el bar, los cafés los preparamos con agua de garrafa. Así que pusimos una válvula para el agua”. Reconoce que no fue una inversión muy grande. “Es más el incordio de estar pendiente de la garrafa para que no se vacíe”.
A por garrafas a diario
Como tiene un negocio, Ana María puede coger el agua que necesitara del camión cisterna. “El camión viene todos los días, así que íbamos prácticamente todos los días. Dependiendo de cómo fuera el negocio, íbamos más o menos”.
En casa, tampoco ha sido fácil. ¿Lo más complicado? Los desayunos, las duchas. Y sobre todo cocinar. “Porque no podías ni lavar una verdura en el grifo.” Y lo peor, “muchas veces se te olvidaba y otra vez había que empezar de cero.”
Un año entero. Con invierno incluido. Las duchas no eran precisamente agradables. Porque el agua tampoco es apta para el aseo personal. En casa de Ana María, “nos duchábamos con agua de la red. Así teníamos calentador.” El agua olía mal. Y Ana María reconoce: “Era bastante desagradable, porque no sabías si ibas a quedarte más sucio de lo que estabas.”
Los vecinos de Los Pedroches y Guadiato se han ido adaptando. Hoy están igual que hace un año: “Con las garrafas”. Ya queda menos para tener agua potable. Aunque oficialmente no les han comunicado nada. “Sí hemos visto en Facebook y en las noticias que están haciendo análisis y que cada vez nos queda menos para tener otra vez agua potable”.
"¿Todavía estamos sin agua?"
Ahora ven algo de luz al final del túnel. "Estamos deseando de tener agua potable otra vez. Lo primero que voy a hacer es beberme un vaso de agua fresquita”. Ana María se lo toma con humor. Es lo que le queda. "Te lo tomas un poco a risa pero ha sido un año caótico. Demasiado tiempo sin agua potable".
Ana María tiene dos hijos. Ellos estudian fuera. "Cuando venían, al principio yo les decíaque no podían lavarse los dientes con el agua del grifo, y que no gastaran mucho de las garrafas, que había que ir a llenarlas a los camiones”. Ha pasado un año. "Y ahora cuando vuelven a casa, nos preguntan: ¿Todavía estamos sin agua?”