Michael Banoura, betlemita en Sevilla: "En Belén no podemos celebrar la Navidad como aquí"
Este vecino de la ciudad de Belén viene a España a vender artesanía elaborada con madera de Olivo de Tierra Santa que los sevillanos podrán comprar los días 21 y 22 en la Parroquia de Los Remedios de Sevilla
Sevilla - Publicado el
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Son días de luces navideñas, de celebración, de visitar belenes y también de hacer compras para disfrutar de una Navidad en familia. Son días de conmemorar el nacimiento del Niño Jesús y de dejarnos invadir por el espíritu navideño que nos llena de paz y alegría. Pero hay lugares muy emblemáticos en los que eso no es posible, y uno de ellos es Belén, el lugar donde nació el Salvador y donde desde hace un año, a causa de la guerra, no solo no hay paz, tampoco alegría y los cristianos se lamentan porque ya no puede celebrar.
Michael Banoura es natural de Belén y ha venido a España, entre otros lugares, a pasar unos días a Sevilla. Aquí pretende vender su artesanía elaborada con madera de olivo y realizada por artistas de su ciudad para con ello contribuir al bienestar de su comunidad, una cooperativa de cristianos que se mantiene viviendo en Belén a pesar de las adversidades. "Nuestra Navidad no es como aquí ahora, hay fiestas, luces en la calle, gente feliz, mientras que en el lugar donde nació Jesús está muy triste ahora, solo vamos a celebrar la Navidad en la misa, en la parroquia y con nuestras familias".
Michael ha relatado en Herrera en Cope Sevilla que los vecinos de belén están muy tristes. "Yo estoy aquí para ayudar a los cristianos de allí porque desde hace un año tenemos una guerra y he venido para vender productos religiosos como belenes y rosarios que hacen los propios cristianos allí". Ha estado en la parroquia de San Pablo, este viernes irá a la de la O y el sábado y domingo 21 y 22 de diciembre estará en la Parroquia de los Remedios, antes de regresar el 23 a Belén.
Michael pertenece a la cooperativa Boez que se encuentra al lado del Campo de los Pastores, cerrado desde el año pasado tras el comienzo de la guerra en Gaza. Varias familias cristianas trabajan allí, pero desde entonces no hay peregrinaciones. "Había 15 grupos cada día y ya nadie entra, es muy triste la situación con la guerra, no podemos poner el árbol de Navidad en la calle como siempre".
Este cristiano cuenta que fueron ellos los primeros que comenzaron a poner árbol de Navidad natural en 1995 y que es allí donde la historia empieza hace muchos años, cuando el ángel fue a decirle a los pastores que el Niño Jesús nació en Belén. "Ellos fueron a visitar Belén y a decir a todos que Jesús había nacido allí, es el lugar más santo del mundo y estamos feliz porque conmemoramos el nacimiento de Jesús, pero muy tristes porque somos menos del 1%, siempre migrando a otros lugares porque no podemos vivir en paz".
"No quiero dejar Belén, me encanta España, pero me quiero quedar allí porque no podemos imaginar Belén sin cristianos" asegura Michael Banoura que este año tampoco van a hacer expresiones de celebración de Navidad aunque la sientan a causa de la guerra.