Pierde un objeto en Sevilla y esto es lo que ocurre varios días después: "Nunca pensé"

A las doce del mediodía, David subió al autobús de línea que une Sevilla capital con varias localidades del Aljarafe. Un día normal y un trayecto normal. Se bajó en la parada que tenía prevista y después de hacer varios recados se marchó a casa. Una vez allí comenzó a depositar sus objetos en el mueble de entrada y cuando buscó en el bolsillo trasero del pantalón la cartera, descubrió que no la tenía.

David había pasado la mañana haciendo gestiones, así que no sabía si podía haberla perdido, si la había dejado olvidada en algún sitio o si alguien se la había podido robar. Repasó mentalmente qué llevaba en la cartera en ese momento y recordó que tenía dinero, unos 100 euros, la tarjeta del autobús y también la tarjeta sanitaria. En ese momento pensó que era imposible que pudiera recuperarla. Y que el fastidio era tanto por el dinero como por tener que pedir un duplicado de la tarjeta sanitaria. Y aunque parezca imposible, la cartera sí apareció.

Esa cartera perdida se le cayó en el autobús que pasa por la localidad de Castilleja de la Cuesta. Y ahí la recogió Charo, una vecina del pueblo que se fue con ella a la Policía Local de este pueblo sevillano para entregarla.

Lo ha contado Miguel Ángel Hidalgo, que es Oficial Jefe de la Policía Local de Castilleja de la Cuesta y que asegura que Charo estaba muy preocupada pensando en las molestias para la persona dueña de la cartera por haberla perdido.

Tanto es así que Charo, insistía una y otra vez a los agentes si podrían buscar al dueño, porque “a lo mejor le hacían mucha falta esos 100 euros”.

Los agentes se pusieron manos a la obra y localizaron al propietario en Ayamonte. Se trata de David, que daba por perdida su cartera y se mostró “muy agradecido a esta señora por entregarla a la Policía para que volviera a manos de su dueño”, porque cuando me di cuenta de que la había perdido en Sevilla, “nunca pensé que fuera a recuperarla”.

Si te encuentras un objeto perdido, esta es la fecha que debes recordar: "A los dos años"

Según ha explicado el responsable de la Policía Local de Castilleja, en el municipio disponen de una oficina de objetos perdidos donde los ciudadanos o bien depositan las cosas que se encuentran en la calle o bien si han perdido algo, van a preguntar a los agentes si alguien lo ha llevado y lo ha depositado en las instalaciones. Lo más habitual es que se entreguen llaves, carteras, móviles, riñoneras, mochilas, dinero, ordenadores o tablets.

Miguel Ángel Hidalgo explica que el servicio funciona “muy bien” y que como los objetos se publican en redes sociales, hay muchos que vuelven a manos de sus dueños.

Pero también puede ocurrir que nadie llegue a reclamar esos objetos y que pasen los días, las semanas y los meses y no aparezca ningún ciudadano pidiéndolos.

Por eso, como explica el Oficial Jefe de la Policía Local de Castilleja de la Cuesta, cuando se recibe un objeto perdido se toman los datos de la persona que lo entrega. Eso se debe a que pasados dos años, si nadie reclama ser propietario del objeto, ya sea un teléfono, una tablet, un ordenador o dinero, ese bien se le entrega a la persona que lo encontró.

Es lo que dice la ley y es lo que ha ocurrido más de una vez. Un ejemplo concreto de esta situación se produjo cuando apareció una cartera en un centro comercial de Castilleja de la Cuesta con “bastante dinero en su interior”. Se le había perdido “a una chica y se hizo lo imposible por tratar de localizarla”.

A pesar de los esfuerzos no hubo resultados positivos y a los dos años “nos pusimos en contacto con la persona que había encontrado y entregado la cartera con dinero, para dársela porque no había aparecido su dueña”.

Cuando se trata de dispositivos electrónicos tipo teléfonos, también se ofrecen a las personas que los encontraron si pasan dos años sin que su dueño los reclame. Pero en este caso hay un condicionante previo. Ningún dispositivo se entrega sin haber sido antes formateado para eliminar contenido privado por la ley de protección de datos: será la persona que lo encontró, si quiere quedarse el objeto, quien pague el coste de eliminar cualquier imagen o documento privado que pueda tener almacenado el dispositivo.

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