Don Vicente Jiménez Zamora pasa a ser administrador apostólico de Huesca y de Jaca

El Arzobispo emérito de Zaragoza, don Vicente Jiménez Zamora, pasa a ser administrador apostólico de Huesca y de Jaca, durante el tiempo en que las dos diócesis permanezcan en sede vacante, a la espera de un nuevo obispo propio. Don Julián Ruiz Martorell ha pasado a ser obispo de Sigüenza-Guadalajara, tras más de 12 años al frente de las dos diócesis oscenses.

Monseñor Vicente Jiménez Zamora será el segundo administrador apostólico de las diócesis de Huesca y de Jaca desde que ambas quedaron unidas “in persona Episcopi”, aunque independientes entre sí, el 23 de octubre de 2003 con el inicio del episcopado de monseñor Jesús Sanz Montes, que el 21 de noviembre de 2009 fue nombrado arzobispo de Oviedo. Hasta la elección de monseñor Julián Ruiz Martorell, un año más tarde, don Jesús Sanz Montes fue el administrador apostólico de ambas diócesis. Antes, monseñor Juan José Omella, en la actualidad presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Barcelona, fue administrador apostólico sede vacante de Huesca y también de Jaca entre los años 2001 y 2003.

Así, Monseñor Juan José Omella fue administrador apostólico de las diócesis de Huesca y de Jaca sede vacante entre 2001 y 2003, después de los fallecimientos de Monseñor Javier Osés Flamarique y Monseñor José María Conget Arizaleta en 2001. Entonces era también obispo de Barbastro-Monzón. En la actualidad es presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Barcelona.

Por su parte, Monseñor Jesús Sanz Montes fue obispo de Huesca y de Jaca entre 2003 y 2009 y administrador apostólico de Huesca y de Jaca entre 2009 y 2010. En la actualidad es arzobispo de Oviedo.

Monseñor Julián Ruiz Martorell ha sido obispo de Huesca y de Jaca entre 2011 y 2023 y administrador diocesano de Huesca y de Jaca entre el 31 de octubre y el 23 de diciembre de 2023. En la actualidad es obispo de Sigüenza-Guadalajara.

Monseñor Vicente Jiménez Zamora es administrador apostólico de Huesca y de Jaca a partir del 2 de enero de 2024. Es arzobispo emérito de Zaragoza desde 2020.

SALUDO

el nuevo administrador apostólico de Huesca y de Jaca ha enviado un saludo a ambas diócesis, trasladando su “gratitud” al Papa por su “confianza” al situarle al frente de un nuevo servicio, que asegura haber aceptado “con espíritu de obediencia apostólica y disponibilidad pastoral”.

En su saludo apunta que el nombramiento le ha producido “sorpresa” y que se encuentra en situación de Arzobispo emérito de Zaragoza, “dedicado a una oración sosegada, al retiro silencioso y a tareas de menor responsabilidad”. Asegura ser “consciente” de sus “limitaciones” y “de las cargas del oficio episcopal” y ha aceptado este nuevo servicio “con espíritu de obediencia apostólica y disponibilidad pastoral”.

Señala, asimismo, “que el periodo de Sede Vacante no debe ser un tiempo de inmovilismo pastoral ni de paro encubierto, porque el Espíritu Santo sigue guiando a su Iglesia, que en este momento histórico de cambio de época es una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión”. Por otra parte, añade, “la vida eclesial sigue y hay que realizar los Planes Pastorales Diocesanos en marcha”.

Agradece al anterior obispo, la labor realizada, “con entrega generosa y con sacrificio callado”, durante doce años y nueve meses en las dos Diócesis unidas in persona episcopi y le desea “un pastoreo feliz en la diócesis de Sigüenza - Guadalajara”.

Así, al inicio su ministerio de Administrador Apostólico saluda “cordial y fraternalmente” a todos los diocesanos y dice desear “manifestar su cercanía a los que por diversas circunstancias se sienten alejados de Cristo y de su Iglesia”. Saluda “con respeto y deferencia” a las autoridades regionales y locales, a las instituciones políticas, judiciales, académicas y militares.