Cada día son agredidos dos profesionales sanitarios en Aragón
En 2023 el aumento de las agresiones a personal sanitario fue del 50%, llegando a los 722 casos. Las medidas de seguridad y prevención están tardando mucho tiempo en implantarse
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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tuvieron que pedir una incapacidad laboral a consecuencia de estas agresiones. Los casos no paran de incrementarse. El año pasado las agresiones aumentaron un 50% y puede volver a pasar en este 2024.
"Esto no es más que la cima del icebegr. Estas 700 agresiones son solo las notificadas. Las físicas sí se notifican todas, pero las verbales no suelen denunciarse. Nos hemos acostumbrado a las agresiones verbales y la mayoría de ellas no se denuncian y por tanto, no aparecen en las estadísticas", asegura en COPE la representante de los sindicatos médicos CESM y FASAMET, Asun Gracia.
El último caso, en el Centro de Salud de San José
El último de estos casos se ha producido en el
Las medidas de seguridad puestas en marcha por el Salud
Los Sindicatos Médicos de Atención Primaria han subrayado que las agresiones sanitarias suponen una dificultad añadida a las condiciones laborales en las que desempeñan su trabajo, con plantillas insuficientes y agendas saturadas, y que no permitir ningún caso semejante es una condición para mejorar la calidad de la atención sanitaria.
"Es verdad que la idea del Servicio Aragonés de Salud es implantar esos vigilantes de seguridad en todos los centros pero se está haciendo muy poco a poco. Lo están haciendo en función de un mapa de riesgos basado en las notificaciones de agresiones que se reciben. Por eso siempre es importante que los profesionales sanitarios siempre denuncien sea una agresión física o una amenaza verbal", afirma Asun Gracia en COPE.
Otra de las medidas que están en marcha es el botón del pánico que pueden pulsar los médicos cuando sufren una agresión. Sus compañeros de otras consultas reciben un aviso en su ordenador y así, pueden acudir en su ayuda.
Junto con estas dos medidas, hace ya 5 años se propusieron tres más: cámaras de seguridad, pulsera de geolocalización para los profesionales que van al domicilio de los pacientes y multas de hasta 30.000 euros para los agresores.