El Oviedo vuelve a mostrar su cara B y cierra el año con derrota en casa
Los azules vuelven a cuajar un mal partido en el Tartiere y despiden la primera vuelta con otro duro tropiezo
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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El Real Oviedo volvió a mostrar la mala cara. Cuando pierde, pierde a lo grande y con malos síntomas y eso volvió a suceder este domingo ante el Córdoba. Calleja apostó por juntar muchos jugadores ofensivos de inicio, pero el equipo no encontró el camino hacia la portería rival. Cuando el Oviedo estaba intentando coger el ritmo y el peso del partido, el Córdoba aprovechó para castigar. Una gran jugada de Adilson Mendes por la izquierda, en la que castigó a un Luengo sacrificado en el lateral, acabó en el pase de la muerte que remató Obolsky. Después del suspense del VAR, el gol acabó subiendo al marcador. Y cuando el Oviedo intentaba asimilar el golpe, llegó otro en forma de lesión de Viñas. Y al poco tiempo, otro todavía más duro. El segundo gol del Córdoba con un gran remate de Martínez en una acción a balón parado, que el Córdoba botó después de una mala salida de balón del Oviedo.
Recta final de la segunda parte
El Oviedo no conseguía hacer daño al Córdoba hasta los minutos finales. El partido se rompió, el Oviedo recortó distancias con un gol de Luengo rematando una falta lateral y se desató la locura. En los 12 minutos de añadido dio tiempo a mucho. A que Hassan fallara incomprensiblemente un uno contra uno y encima viera la amarilla por tirase descaradamente tras darse cuenta del fallo, a que el Córdoba anotara el 1-3 de un cabezazo de Theo Zidane mientras la zaga del Oviedo se miraba sin entenderlo y a que vieran amarilla los dos porteros. Escandell por protestar y Carlos Marín por perder tiempo. Nuevamente tocó la cara B del Oviedo.
segunda mitad
La segunda parte empezó con el Oviedo intentando leer el partido. Y mandando el balón a la espalda de la adelantada defensa del Córdoba, algo que no había hecho en la primera parte. La primera la tuvo Alemao pero la paró Carlos Martín. Y la segunda Ilyas sí aprovechó que el portero visitante tardó en salir para poner el segundo. Alemao, que no estuvo hoy afortundado, fue sustituido para que entrara Paraschiv, que nada más entrar obligó a Carlos Marín a estirarse después de un buen disparo con la izquierda. En los minutos finales el Oviedo no consiguió apretar a un Córdoba al que le temblaban las piernas y el resultado no se movió. El Oviedo despide el año con otro petardazo y se queda con mal sabor de boca antes de arrancar la segunda vuelta.