LUCHA CONTRA LA DANA

Oviedismo, fútbol y amistad contra la DANA: Darío Aliaga y Yeray Ortega se unen para luchar en Paiporta

Darío vive en la zona y la riada le pilló saliendo del trabajo: "Estuve dos horas con el agua por el pecho". Unos días después, Yeray se plantó en la zona para echar una mano: "La relación con Darío es de hermanos"

Darío Aliaga y Yeray Ortega en plena zona cero de la DANA

Darío Aliaga y Yeray Ortega, amistad azul contra la DANA

Borja García

Oviedo - Publicado el

4 min lectura

Valencia sigue luchando por recuperarse de los efectos del paso de la DANA. La riada deja una gran cifra de fallecidos y desaparecidos y la sensación de devastación en los pueblos afectados. Unos pueblos que ahora intentan recomponer su vida y reconstruir sus calles y sus casas. Una de las personas a las que le pilló la riada, de manera literal, fue Darío Aliaga, ex jugador del Real Oviedo en los años posteriores al descenso a Tercera. Vive en la zona afectada y tuvo que refugiarse en el altillo de una gasolinera al salir del trabajo. Darío formó parte de aquella plantilla del conjunto azul tras el descenso, que había crecido ante las muchas adversidades que se encontró y que transmitía un sentimiento de unión que llegaba hasta la grada. Y que forjó amistades para toda la vida. Como la que surgió entre el propio Darío Aliaga y Yeray Ortega. Una amistad que la vida ha seguido cultivando y que llega hasta Paiporta, zona cero de la tragedia. Hasta allí se ha desplazado Yeray desde Canarias para echar una mano a Darío en la reconstrucción. Él propio Yeray resume en una frase esa amistad en COPE Asturias: "Yo era el que le daba los pases para que metiese los goles y ahora fui a echarle una mano también".

A Darío Aliaga la riada le pilló camino de casa desde el trabajo. La nave en la que trabaja está en el Polígono de Ribarroja, una de las zonas más afectadas. En las horas previas a que se desatara el agua, emprendió el camino de vuelta a casa. Le pilló por el camino, como explica en Deportes COPE Asturias: "No llovía en exceso, pero había atasco para salir. Paré a tomar un café en un área de servicio y allí me pilló. Estuvimos un compañero y yo que nos refugiamos en un altillo que había en la gasolinera. No esperábamos que subiera hasta donde subió. Estuvimos dos horas con el agua por el pecho". Por suerte, él puede contarlo: "A nivel personal no hemos sufrido daños ni mi familia ni mi entorno más cercano. A nivel material sí que tengo muchos amigos que han perdido el coche o incluso la casa entera. Está siendo una semana complicada".

"EL CUERPO HA DICHO HASTA AQUÍ"

Sin tiempo apenas para asimilar lo ocurrido, no quedó otra que ponerse a trabajar en labores de limpieza y reconstrucción. Han sido unos días muy intensos y de mucho desgaste: "Hoy es el primer día que me quedo en casa. El cuerpo ha dicho hasta aquí. Llevamos diez días arreglando la nave del trabajo, que está arrasada, buscando los coches que quedaron bajo el agua, echando una mano en Paiporta... Ya perdí la noción del tiempo. No hemos parado hasta hoy". Esas labores de ayuda, las ha hecho acompañadas de un buen amigo, con Yeray Ortega, también ex del Oviedo: "El domingo me llamó Yeray diciéndome que venía. Le dije que estábamos bien, que no se preocupara y me dijo que ya había sacado el vuelo. Ha estado aquí toda la semana".

Yeray Ortega por las calles de Paiporta

Yeray Ortega por las calles de Paiporta

"lA RELACIÓN ES DE HERMANOS"

Una historia de amistad que se forjó en Oviedo en aquellos años de Tercera y Segunda B y que llega hasta hoy. Yeray hizo la mochila desde Canarias, se pagó un vuelo y se echó una semana ayudando a un amigo: "Yo era el que le daba los pases para que él metiese los goles y la gente le quisiese más a él y ahora fui a echarle una mano también". Y es que el vínculo que se forjó en aquel vestuario es algo que llega hasta la actualidad: "La relación desde aquellos años fue de hermanos, como con muchos más. Seguimos en contacto todos, pero con Darío la relación es de hermanos". 

De hecho la preocupación de Yeray comienza las horas después a la riada, cuando empieza a verse la magnitud de lo sucedido: "Cuando vi la riada no me contestó en el mismo momento y pensé que había algo grave. Me contestó a los dos días y ya me dijo que me llamaba en dos días para hablar más tranquilo. Cuando me llamó ya tenía el billete y fui para allá a echar una mano en lo que he podido". Este viernes a primera hora Darío trasladó a Yeray al aeropuerto, desde donde este volvió a su tierra a Canarias, con la sensación de haber podido colaborar y de ser un voluntario más: "Este jueves hablábamos por la noche antes de marcharme... En cinco días he hecho de todo". Un vínculo que lleva unido desde 2003 y que se ha fortalecido hasta luchar contra una desgracia que ha conmocionado al país.

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