Un alumno de Gijón, herido tras ser atacado por una gaviota que quería arrebatarle un trozo de empanada en el recreo

En Gijón hay, actualmente, unas 700 parejas de gaviotas. Son los datos que maneja la Dirección General de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que viene realizando campañas de control de la especie, y que celebra que "es el mismo número que había en los últimos tres años y ha disminuido de forma considerable desde 2012".

Lo ha explicado, en COPE,  el director general, Alejandro Navazas, que ha querido enviar "un mensaje de tranquilidad" después de conocerse que un alumno de un centro educativo de Gijón ha resultado herido por el ataque de una gaviota. Al parecer, el animal quería arrebatarle su almuerzo en el recreo: un trozo de empanada que el chaval había llevado de su casa.

Según ha explicado la madre del menor al Diario El Comercio, el chico sufrió heridas por las garras de la gaviota en la barbilla y tuvo que recibir atención sanitaria.  

CONTROL ÉTICO DE LA POBLACIÓN DE GAVIOTAS

Navazas ha querido "dejar claro", en COPE, que, "desde el Ayuntamiento, no matamos ejemplares adultos porque, además, iría en contra de la Ley de Bienestar Animal". La labor de control se centra en los nidos, los huevos (mayoritariamente) y, en menos del 10% de los casos, sobre los polluelos.

"No nos gusta -asegura el director general-, pero no nos queda más remedio porque se trata de propiedades privadas a las que es difícil acceder y cuando llegamos, más tarde de lo que nos gustaría, los huevos han eclosionado ya". Además, advierte de que el número de casos en los que se actúa sobre polluelos ha descendido significativamente desde 2012: de 350 a menos de 150.

De momento, los controles actuales funcionan porque "hay que tener en cuenta que la vida media de una gaviota es de 15 años; por lo que algunas de las que vemos sobrevolar la ciudad puede haber nacido en 2010", explica Navazas, que asegura que, además, "la gaviota es una especie nada promiscua, son fieles unas a otras, y las 700 parejas que hay en Gijón están bien controladas". 

Limita su acceso a la alimentación

El objetivo de Medio Ambiente, explica, no es que la especie disminuya, sino que se mantenga y se aleje de la ciudad: "Su hábitat natural son zonas costeras, humedales y estuarios; y es una especie amenazada", explica el director de Medio Ambiente, por lo que "el objetivo debe ser alejarlas". ¿Cómo? Privándolas del acceso a la comida. 

"Pedimos colaboración ciudadana; una gaviota de 15 años está resabiada y sabe que, para ella, es fácil acceder a la comida de alguien que está tomando algo en la terraza de un bar y deja, a la vista, el pincho de tortilla", explica Navazas que ha desvelado, además, que "tienen una vista muy aguda y pueden percatarse de la situación a un kilómetro de distancia". 

Asegura que limitar el acceso a comida es "el método de control más ético" y conseguiremos que, "si no pueden acceder al alimento en la ciudad, se vayan alejando y regresando, de nuevo, a su hábitat".