Reportaje
Así cambia de día el calendario más fotografiado de Oviedo
La tradición verde de paseo de los Álamos del Campo San Francisco es un imán turístico para la capital y ante ella, han pasado reyes, príncipes, princesas, actores, cantantes y poetas desde su creación en 2011
Oviedo - Publicado el
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Es, sin duda, uno de los calendarios más originales y naturales de Asturias, y cada cambio de año lo convierte en un fenómeno viral. Situado en el Paseo de los Álamos, frente al emblemático Campo San Francisco, el almanaque de Oviedo es mucho más que una fecha en césped; es un símbolo de la ciudad, una tradición que fascina a locales y turistas. Reyes, princesas, actores, científicos y miles de personas anónimas han pasado por allí, y muchos se detienen a observar el cambio diario de números.
El almanaque de césped, símbolo de Oviedo
Esta peculiar tradición comenzó en 2011, cuando la fecha en césped se mostró por primera vez en uno de los laterales del Campo, cerca del Escorialín, conocido como la Oficina de Información Turística y Atención al Peregrino. No pasó mucho tiempo antes de que el Ayuntamiento decidiera darle un toque adicional, añadiendo el nombre de Oviedo a la fecha. En 2017, para hacerlo aún más visible y accesible a los paseantes, el almanaque fue trasladado al centro del Paseo de los Álamos, donde hoy luce en todo su esplendor y se ha convertido en uno de los espacios más fotografiados de la capital asturiana, junto a la Catedral o la estatua de Mafalda, también, en el Campo San Francisco.
El arte diario de cambiar la fecha
El cambio diario de la fecha es un trabajo casi artesanal. Cada mañana, Serafín Casimiro, encargado del parque, y su compañero David acuden puntualmente para preparar el nuevo día en el almanaque. “Cuando llegamos, retiramos un poco la piedra para acceder a la malla con el número, quitamos el anterior y colocamos el nuevo”, explica Serafín en COPE Oviedo. Este proceso, si el espacio está limpio, dura apenas 20 minutos, pero requiere precisión para que el calendario luzca perfecto.
Los números que muestran la fecha del día son preparados y cuidados en el vivero del Ayuntamiento de Oviedo, ubicado en Purificación Tomás. Allí se riegan, abonan y mantienen para que el césped tenga el aspecto ideal cuando se utilice en el centro de la capital. Es un trabajo constante que busca dar el toque perfecto a una tradición ya arraigada en el corazón de Oviedo.
Un fenómeno viral y fotografiado
Algunos visitantes, especialmente extranjeros, desconocen esta tradición y se muestran sorprendidos al ver el cambio de fecha. Preguntan si se trata de una celebración especial, y al descubrir la naturaleza diaria del almanaque, muchos sacan sus móviles para capturar el momento. El calendario se ha convertido, junto a la famosa estatua de Mafalda, en uno de los sitios más fotografiados de la capital asturiana. Tanto turistas como locales se detienen a admirar esta fecha en césped que cambia cada día, llenando de vida el Paseo de los Álamos.
Estela, una ovetense que pasa diariamente frente al almanaque camino a su trabajo, no puede resistirse a capturar la fecha, especialmente si tiene a alguien a quien felicitar. “Paso por aquí todos los días y tengo la costumbre de enviar la foto a cada amigo en su cumpleaños. Es algo que me encanta y siempre estoy pendiente de si lo han cambiado. Me hace mucha ilusión, sobre todo el día de mi propio cumpleaños”, comenta.
Celia, otra habitual del Paseo de los Álamos, observa cada día cómo los visitantes se fotografían con el almanaque. “Siempre veo gente aquí, sacándose fotos y subiéndolas a redes sociales. No me extraña porque es súper bonito y creo que es el único sitio que tiene algo así. Siempre está precioso”, afirma.
Este almanaque verde de Oviedo no solo es un atractivo visual, sino una tradición que conecta a locales y visitantes con la ciudad, recordando que cada día merece ser celebrado.