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Detectar los primeros síntomas del cáncer de garganta es clave para el éxito del tratamiento

El especialista en otorrinolaringología Sergio Obeso alerta sobre la importancia de acudir al médico ante cambios persistentes en la voz o en la cavidad oral

Sergio Obeso, especialista en otorrinolaringología y patología cérvico-facial
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COPE Asturias

Entrevista con Sergio Obeso,especialista en otorrinolaringología y patología cérvico-facial

Yolanda Montero

Oviedo - Publicado el

3 min lectura

Los tumores en la laringe, faringe y cavidad oral se encuentran entre las patologías graves que con mayor frecuencia llegan a las consultas de otorrinolaringología. Estas áreas del cuerpo, como muchas otras, no son inmunes al desarrollo de cánceres, por lo que identificar sus síntomas a tiempo puede marcar la diferencia.

"En las primeras fases, la enfermedad puede pasar desapercibida porque los síntomas que provoca son indistinguibles de los de una patología banal," comenta el doctor Sergio Obeso, especialista en otorrinolaringología y patología cérvico-facial. “Un catarro o una laringitis pueden provocar ronquera, al igual que un nódulo simple, pero un tumor de las cuerdas vocales también produce ronquera, y ahí radica el riesgo de no atender un cambio en la voz.”

Obeso subraya que prestar atención a signos como un bulto en la garganta, una herida en la boca que no desaparece o un dolor persistente en la garganta, es esencial para un diagnóstico temprano. Aunque la mayoría de estos síntomas no están relacionados con un cáncer, "si persisten más de tres semanas, es momento de acudir al especialista, ya que las enfermedades benignas tienden a resolverse por sí solas, mientras que las malignas tienden a progresar".

Sergio Obeso, especialista en otorrinolaringología y patología cérvico-facial

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Sergio Obeso, especialista en otorrinolaringología y patología cérvico-facial

La aparición de casos en pacientes más jóvenes

Aunque históricamente los tumores de garganta han afectado principalmente a personas mayores de 50 años, en las últimas dos décadas se ha visto un cambio en el perfil de los pacientes. “Hoy, un tumor de garganta asociado al virus del papiloma humano puede aparecer en personas de entre 20 y 50 años,” explica el doctor.

Este cambio en la franja de edad era “extremadamente inusual hace dos décadas”, por lo que Obeso destaca la importancia de la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), no solo en mujeres sino también en varones, "tanto para evitar la transmisión como para reducir el riesgo de desarrollar este tipo de tumores". Además, recuerda que la vacunación es una medida de prevención clave en los hombres, quienes pueden beneficiarse de la protección contra enfermedades relacionadas con el virus. 

Evitar factores de riesgo: tabaco y alcohol

El consumo de tabaco y alcohol sigue siendo el principal factor de riesgo. "Si el tabaco suma un riesgo de 5 y el alcohol otro de 5, el efecto combinado no es 10, sino 25; es multiplicativo,” explica Obeso, quien recalca que la combinación de ambos es la causa de la mayoría de los tumores de garganta. “Es muy infrecuente encontrar un tumor en la cuerda vocal o en la laringe de alguien que no fuma, igual que lo es en la parte baja de la faringe en alguien que no bebe", señala el especialista.

Además de evitar estas sustancias, el doctor recomienda medidas generales de salud que pueden reducir el riesgo de tumores, como llevar una vida activa y una dieta equilibrada. La mucosa que recubre la garganta, al estar en constante contacto con el aire y los alimentos, funciona como una barrera ante sustancias tóxicas y es susceptible a sus efectos. Evitar la exposición a estos factores de riesgo puede disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer en esta zona del cuerpo.

Opciones de tratamiento según el diagnóstico

El diagnóstico temprano es crucial para determinar el tipo de tratamiento. Si el tumor está localizado y en una fase temprana, “los tratamientos quirúrgicos suelen ser efectivos,” indica el doctor Obeso. Sin embargo, en algunos casos, la cirugía necesaria podría ser extremadamente agresiva y afectar gravemente la calidad de vida del paciente, causando secuelas como la pérdida de la voz o dificultades para tragar. En estos casos, “podemos ofrecer otros tratamientos con efectividad curativa, como radioterapia o una combinación de radiación y quimioterapia,” asegura.

En casos de cáncer avanzado, en fase metastásica, los tratamientos suelen enfocarse en quimioterapias, inmunoterapias y otros métodos innovadores que pueden ofrecer resultados positivos en algunos pacientes. La esperanza de vida con estos tumores depende en gran medida de la fase en la que se detecten, pero "cada caso es único y el pronóstico puede variar mucho. El paciente oncológico es un ser vivo, al igual que el tumor, y ambos tienen características propias que influyen en la evolución de la enfermedad," concluye el doctor Obeso, resaltando la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz para aumentar las posibilidades de cura.

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