La preocupante 'moda' que está llegando a los restaurantes de Asturias

Los hosteleros ya estudian medidas para ponerle freno, siguiendo el ejemplo de Madrid o Barcelona

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Escucha la entrevista con el presidente de OTEA, José Luis Álvarez Almeida

Fernando Díaz

Oviedo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La hostelería ha tirado del empleo durante el mes de marzo. Gracias, en buena medida, a la celebración de la Semana Santa, el paro registrado ha descendido en Asturias en 1.276 personas, dejando el número de desempleados por debajo de los 58.000. Y eso, pese que a los datos de ocupación no fueron tan altos como se esperaba y a que los restaurantes se han encontrado con un nuevo problema: cada vez son más las personas que hacen reservas y luego no se presentan.

"Después de la pandemia ya empezamos con esta historia", nos explica Evi, del restaurante "La Carta de Cimadevilla", en Oviedo, destacando que "la gente reserva y ni siquiera te llama para confirmarte de que no va a venir, o que se confundió, o que no le apetece, o lo que sea. Te dejan sin la reserva. Tú le llamas y no te contestan al teléfono".

Según los datos de la patronal OTEA, casi la mitad de los restaurantes asturianos han sufrido alguna cancelación durante estos días, una cifra que se eleva hasta el 75 % en las grandes ciudades, como Gijón y Oviedo.

Turistas bajo la lluvia en Oviedo

Turistas bajo la lluvia en Oviedo

"Lo llamamos ya el 'ghosting' hostelero", nos cuenta el presidente de OTEA, José Luis Álvarez Almeida, apuntando que las reservas que más fallan son las de grandes grupos.

"Se está poniendo de moda que, en grupos de entre 8 y 10 personas, una reserva en un sitio, otra reserva en otro y luego lo ponen en el grupo de Whatsapp: Venga, ¿dónde vamos? Votan y sale un sitio. Y, en el otro, una hora o dos horas antes, te lo anulan. O ni siquiera te lo anulan. Llamas al teléfono y te dicen Meca, perdona, es que se me pasó",

Según Almeida, hasta hace no mucho tiempo lo de las cancelaciones era "anecdótico", algo comprensible como "esa reserva de última hora que se anula porque alguien se puso malo, o que alguien no llegó". Pero, ahora "estamos viendo que esto ya es una práctica habitual"

Para intentar poner freno a esta “moda”, en Madrid o Barcelona ya hace tiempo que empezaron a cobrar una señal o pedir la tarjeta de crédito para poder reservar. En Asturias, muchos ya se lo están pensando.

"Yo creo que, poco a poco, este verano veremos ya como los establecimientos van a empezar a poner estas medidas, por lo menos en las reservas de grupos", asegura Almeida, recalcando que "no es pagar, es dar una señal que luego se descuenta de la factura o una tarjeta de crédito para poder hacerle un cargo, según las condiciones que cada establecimiento ponga".

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