No fue nadie a la fiesta de cumpleaños de un niño de Canarias y su madre decide hacerlo de otra forma: "Duro"

Comprobar que no son invitados a un cumpleaños, puede generar malestar en los niños, pero si esta circunstancia se da de manera que son los otros los que no acuden a la llamada del cumpleañero, la tristeza les invade. Esto es lo que sucedió a un joven de Canarias y su madre lo cambió todo, como enseña en su vídeo viral de TikTok.

Cuando nuestros hijos son muy pequeños, los cumpleaños son más una fiesta para los adultos que para ellos mismos. Todas las familias suelen celebrar el evento. El primer cumpleaños, el segundo… son una ceremonia unidireccional. Los padres preparamos todo para conmemorar el nacimiento de nuestro hijo.

A partir de los 4 ó 5 años, los cumpleaños se empiezan a vivir de otra manera. Ya son conscientes de lo que significan e incluso tendrán preferencias a la hora de invitar a sus amiguitos. Así que si no invitan a tu hijo a un cumpleaños, es muy probable que se sienta como mínimo decepcionado. Lo mismo si no acuden al suyo.

Entre los 5 y los 6 años los amigos se van eligiendo basándonos en aspectos compartidos como personalidades similares, compatibles o complementarias. Así que es lógico que quieran compartir un rato tan especial como un cumpleaños con esos amigos. Hay que tener en cuenta que la amistad en la infancia es fundamental.

Fiesta de cumpleaños

Los seres humanos somos sociales por naturaleza, necesitamos crear lazos y generar vínculos. La interacción con los demás, en el caso de los niños, con sus iguales, es esencial para el desarrollo social, emocional y afectivo. Así, no se trata de una cuestión menor. Cuando el niño se siente aislado socialmente y dentro de su grupo de referencia, hay unas consecuencias.

Toda esta vorágine de emociones por el rechazo se puede traducir en conductas poco adecuadas como rabietas, agresividad hacia el resto de compañeros, falta de atención, aislamiento y timidez, entre otras. El primer paso para resolver la situación, según los expertos, es descubrir las causas por las que el niño es reiteradamente excluido.

Puede ser que se produzca por diferencias con los compañeros: gustos distintos, un aspecto físico diferente, conducta del rechazado, timidez... Pero también podría esconder un caso de acoso. Por este motivo, es muy importante hablar con el niño para descubrir cómo se siente.

Un segundo paso es acudir al centro escolar para recabar más información. Los profesores pasan mucho tiempo con los niños; son testigos directos de las interacciones. Por lo que nos puede ayudar mucho a descubrir el porqué del rechazo. Además, conviene hablar con el resto de padres implicados para exponerles la situación.

Hacerlo de otra forma

Crecer con un sentimiento continuado de rechazo puede hacer mucho daño al niño. Es una etapa en que se está formando y necesita seguridad, no dudas acerca de su valía. Cuando un niño es excluido no mantiene relaciones positivas con sus iguales ni desarrolla habilidades que estimulen su crecimiento social y psicológico.

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"El año pasado en su cumpleaños invitamos a toda su clase y no fueron", comienza explicando esta usuaria de TikTok, "fue un momento muy duro para él, aunque lo llevó con madurez, sé que le dolió": "Este año decidimos viajar en familia y creo que ha valido la pena, nunca lo vi tan feliz".