Con un 30% de pobreza y tirando alimentos a la basura

Miren hay determinadas situaciones que a uno, realmente, le cuesta entender. Es evidente que la pandemia de la COVID-19 está teniendo una serie de consecuencias económicas que en alguno casos y en determinados sectores, está teniendo consecuencias devastadoras, y el ultimo episodio lo estamos viendo en las empresas hortofrutícolas que integran el sector primario.

Según ha denunciado la presidenta de Asaga Angela Delgado, ante el cierre de muchos hoteles y empresas de hostelería, lo que se denomina el canal horeca, se está produciendo un excedente de frutas y hortalizas que no tiene salida comercial, una situación que está llevando a algunos agricultores a tirar a la basura las frutas y hortalizas o destruirlas en la propia finca. Hablamos de 30 toneladas a la semana.

Alucino. En una CCAA como más de un 30% de la población en riesgo de exclusión y pobreza, ¿De verdad nos permitimos el lujo de tirar todos esos alimentos a la basura? Fíjense que este sinsentido, ha encontrado rápida respuesta en algunas ONG, como Sonrisas Canarias. Escuchen a su presidente, Luis Febles.

CORTE

En esta ONG lo tienen claro: ellos están dispuestos a ir, y llevarse estos excedentes de frutas y verduras. Pero digo yo, que esto requiere de algún tipo de intervención a nivel institucional. No creo que las autoridades políticas, viendo la desesperada situación económica y social por la que atraviesan muchas familias canarias, puedan permitir que estemos tirando a la basura hortalizas y frutas.

No se puede mirar hacia otro lado ante esta situación y desde luego, en tanto en cuanto dure este escenario de crisis turística habrá que implementar las medidas necesarias para canalizar la salida de esos excedentes de producción, y que encuentren un destino efectivo entre las personas más necesitadas.

La denuncia queda realizada, y espero que quienes se tienen que poner manos a la obra con este asunto, lo hagan a la mayor brevedad.