Diócesis
"Con toda la Diócesis, damos gracias a Dios por el don de la vocación sacerdotal"
El obispo de Tenerife presidió una inusual Misa Crismal en la Catedral lagunera
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, presidió este Martes Santo la Misa Crismal en la Catedral de La Laguna y, por primera vez, a puerta cerrada. Tal y como viene siendo habitual durante el estado de emergencia sanitaria que vive nuestro país, la celebración fue se realizó sin fieles, retransmitida por internet y radio.
En nuestra Diócesis, esta Misa congrega cada año a un grupo numeroso de presbíteros, ya que en ella se renuevan las promesas sacerdotales. Sin embargo, este año se ha decidido trasladar este momento significativo para el día de San Juan de Ávila.
El otro aspecto particular de esta celebración, que está considerado como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo, sí se mantuvo. Tras la homilía, monseñor Álvarez bendijo los óleos y consagró el Santo Crisma.
La palabra Crisma proviene del latín y significa unción. El Crisma es la materia sacramental con la cual son ungidos los nuevos bautizados, son signados los que reciben la confirmación y son ordenados los obispos y sacerdotes, entre otras funciones.
El prelado nivariense comenzó su homilía explicando el significado de estos óleos y del Crisma, para posteriormente indicar que “la celebración de hoy es expresión de la unidad de la Iglesia pues todos tenemos un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo y un solo Dios. Él nos unge con su Espíritu, para que, como Él, y con su misma unción, realicemos su misma misión de evangelizar a los pobres, devolver la vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y llevar la salvación de Dios a todos los hombres”.
En otro momento, el obispo recordó que, por medio de esta celebración, todos renovamos la gracia de nuestro Bautismo y la gracia de nuestra Confirmación. Asimismo, se dirigió especialmente a los sacerdotes para dar gracias y pedir por ellos. “Con toda la Diócesis, damos gracias a Dios por todos ustedes, por el don de la vocación sacerdotal, que es un regalo del Señor para el Pueblo de Dios. Damos gracias porque en las circunstancias actuales, están ahí dando el callo, con la mano puesta en el arado, a pesar de la dureza de la tierra y de la inclemencia del tiempo”.
Por último, Álvarez pidió a todos los diocesanos que tengan en cuenta en sus oraciones al Seminario y a los seminaristas. “Sigamos pidiendo para que Él suscite nuevas vocaciones al sacerdocio”.
Cabe señalar que en las peticiones se tuvo en cuenta a los sacerdotes fallecidos desde la pasada Misa Crismal. Asimismo, se pidió por los enfermos y especialmente por los que sufren las consecuencias del coronavirus, y por tantos que están luchando para que cese esta pandemia.