El cierre anticipado de la hostelería en Torrelavega no ha sido efectivo y el problema continúa

Los hosteleros mantienen que es injusta la decisión adoptada por el ayuntamiento y aseguran que hay otros medios para solucionar el problema de ruidos y altercados en el municipio

Katia Nogueira Pi

Santander - Publicado el - Actualizado

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Poco más de un mes le queda a la hostelería en Torrelavega para que acabe la medida impuesta por el ayuntamiento, que supuso la reducción en dos horas del horario de cierre de algunos negocios. En total, cerca de medio millar de establecimientos que ante esta medida decidieron recurrir al Tribunal Superior de Justicia.

Sin embargo, El TSJC ha desestimado el recurso presentado por la Asociación .Considera acreditada la existencia de un “problema social” (ruidos, altercados...) en una zona donde se concentran este tipo de establecimientos, razón por la que entiende que “la forma de abordar la solución al mismo no puede ser aislada sino contemplando ese efecto acumulativo”.

Esta reducción de horarios se está aplicando en pubs, whiskerías, discotecas y salas de fiesta y bares mixtos ubicados en la zona residencial del municipio. Lleva en vigor desde principios de año a petición del Ayuntamiento de Torrelavega y con el visto bueno del Gobierno de Cantabria.

En principio, la medida tenía una vigencia de seis meses, pero en julio se volvió a prorrogar por otros seis, con lo que expiraría, si no hay más prorrogas, a principios de enero.

Los hosteleros de la zona aceptan con máximo respeto la decisión, pero mantienen que es injusta. "Es cobarde a pesar de ser legal, porque se podía haber solucionado sin vulnerar nuestros derechos. Tenemos los medios suficientes para poder haber resuelto el problema de una manera en la que no paguen justos por pecadores", asegura su portavoz, Cesar Muriedas.

Los hosteleros han intentado llegar a un acuerdo con el ayuntamiento para buscar otras soluciones conjuntas que no sea la de la reducción de horario. "Sería necesario buscar una solución que beneficie a todos. Tanto a nosotros como a la ciudadanía", explica Muriedas.

Y es que durante todo el tiempo que lleva la medida en marcha, los establecimientos afectados han podido ver reducidos sus ingresos en cerca de un 15%. "Pero el sentir del hostelero no es solo económico, sino de vulneración de sus derechos. En lugar de buscar soluciones, siempre somos los mismos, los afectados".

Los hosteleros mantienen que hay que ir al origen del problema. Que a pesar de la medida la situación no está resuelta y que únicamente son 3 los negocios causantes de un problema que afectado a todo un sector.