Un cigarrillo ya no es necesario: El nuevo y alarmante rostro del tabaquismo
Detrás de los sabores llamativos y las bolsitas 'inofensivas' se esconde un peligro real, el vapeo no solo engancha, también pone en jaque la salud de nuestros jóvenes
Santander - Publicado el
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Fumar ya no es solo encender un cigarrillo. Hoy, el mercado ofrece una variedad de productos diseñados para atraer, especialmente, a los jóvenes. Vapeadores con sabores dulces, bolsitas de nicotina y las populares pipas de agua están cambiando las reglas del juego.
Hablamos en COPE Cantabria con Blanca Benito Fernández, psicóloga y técnica del Plan de Tabaquismo, de la Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria, quien nos alerta sobre los riesgos de estas nuevas formas de consumo y cómo normalizan el uso de la nicotina.
¿Qué dicen las cifras?
Las encuestas ESTUDES y EDADES reflejan un panorama alarmante: el consumo de productos relacionados con la nicotina está en aumento entre los adolescentes. Más de la mitad de los jóvenes entre 14 y 18 años ha probado el vapeo, y muchos comienzan a consumir a edades tan tempranas como los 12 años, un dato que enciende todas las alarmas.
Blanca Benito explica que el cerebro adolescente es especialmente vulnerable a la nicotina, incluso en pequeñas dosis. “El vapeo no solo triplica el riesgo de fumar tabaco convencional, sino que también provoca problemas cardiovasculares, respiratorios y hasta neumonías específicas en jóvenes”, asegura.
Vapeadores y bolsitas de nicotina: una falsa solución
Los vapeadores, con sus atractivos sabores, buscan normalizar el acto de inhalar aerosoles. A menudo presentados como una alternativa segura al tabaco, en realidad fomentan un consumo dual y agravan los problemas de adicción.
Pero si algo preocupa especialmente a los expertos son las bolsitas de nicotina, un producto cada vez más popular entre los adolescentes. Estos pequeños paquetes, similares a las bolsitas antihumedad que encontramos en productos nuevos, se colocan en la encía para que la mucosa absorba la nicotina. Blanca Benito advierte: “Una sola bolsita puede contener hasta 50 mg de nicotina, el equivalente a dos cajetillas de tabaco. Es una auténtica barbaridad”.
Pipas de agua: el mito de lo “inocuo”
Aunque su uso, curiosamente, es más frecuente en el sur de España, se perciben como menos dañinas, y, sin embargo, las pipas de agua contienen hasta 2,5 veces más nicotina que un cigarrillo tradicional. Además, los jóvenes suelen usarlas durante largos períodos, lo que multiplica su impacto en la salud.
Benito destaca la necesidad de desmontar el mito de que son inofensivas: “Las pipas de agua no son una alternativa segura. Inhalar nicotina y otros químicos durante sesiones prolongadas tiene efectos devastadores, especialmente en organismos en desarrollo”.
Concienciación y prevención: el camino a seguir
¿Cómo podemos frenar este preocupante auge? Blanca Benito lo tiene claro: la clave está en la educación y la regulación estricta. Propone equiparar las normativas de vapeadores y tabaco tradicional para limitar su uso en espacios públicos, además de reforzar las campañas educativas en colegios y familias.
Su mensaje final es contundente: “Es fundamental que padres, educadores y la sociedad en general comprendan que estos productos no son una solución, sino parte del problema. Involucrémonos para proteger a nuestros jóvenes”.
La lucha continúa
El tabaquismo en sus nuevas formas sigue siendo una amenaza. Solo con información, prevención y políticas claras podremos combatirlo y proteger la salud de las próximas generaciones.