Elisabeth Arrojo, oncóloga: "Mi madre y yo tuvimos el mismo cáncer al mismo tiempo"
Dejó su vida en Estados Unidos y volvió a España para ayudarla y la vida le dió un duro golpe
Santander - Publicado el - Actualizado
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La vida de Elisabeth Arrojo dio un giro brutal cuando a su madre le diagnosticaron un melanoma. Ella estaba en Estados Unidos investigando el cáncer, ya que ella es oncóloga, y tuvo que dejar todo y volver a España.
Comenzó una dura batalla contra uno de los tipos de cáncer de piel más agresivos y más raros, cuya incidencia en los últimos años va en aumento. "Tenemos que tener en cuenta que el melanoma está aumentando los últimos 20 años un 50% y se espera que en los próximos 20 aumente otros 20 por ciento", explica Elisabeth.
Por eso es tan importante tomar precauciones para prevenirlo, "usar protección solar, evitar exponernos en las horas más peligrosas del día entre las 11 y 14 de la tarde y entre las cinco y seis, y evitar esas lámparas de rayos uva artificiales", asegura la oncóloga, ya que tenemos una capa de ozono más deteriorada y los rayos ultravioleta que nos llegan son peores.
Según Elisabeth Arrojo existen unas pautas muy importantes a la hora de revisarnos los lunares, aunque teniendo en cuenta que el cáncer normalmente aparece en lunares nuevos que nos salen, es la regla del ABCDE. "A, si es asimétrico o no; B, los bordes irregulares tienen más riesgo; C, unicolor inomogeneo es malo; D, un diámetro mayor a 6 mm, hay que consultar y por último E, la evolución del lunar, como por ejemplo, si cambia de tamaño"
Respecto al melanoma, suele aparecer en torno a los 50 años y aunque anteriormente afectaba más a los hombres, en la actualidad su incidencia en las mujeres cada vez es mayor. Si nos preguntamos si es o no genético, Esther asegura que solo el 7 por ciento de los casos son genéticos. Algo que Esther lo sabe porque lo vivió. Cuando su madre, después de mucha lucha, estaba recuperándose, el destino quiso que ella misma fuese diagnosticada con la misma enfermedad.
"Yo tuve el melanoma a los tres meses de su caso, cuando las cosas iban bien con ella", explica Elisabeth. "En mi caso, el estrés jugó un papel fundamental por la presión que me suponía conseguir tratamientos para mí madres que pudiesen funcionar. Además, nos hicimos la prueba genética, mi madre y yo y dio negativo". Y es que el estrés hace que descienda nuestro sistema inmune y se ha convertido en uno de los principales factores que provoca el cáncer.
Por último, Esther Arrojo ha querido dejar claro que la piel tiene memoria y que todo lo que es la radiación tiene efectos secundarios a largo plazo, no son inmediatos. "Es importante tener en cuenta que el cáncer de piel se basa también en las malas actuaciones de toda nuestra vida, la piel tiene memoria"