MONUMENTO
¡La joya escondida de Cantabria que merece volver a brillar! La gran portalada de Valdecilla, cubierta de zarzas y en el olvido
Hace más de 50 años, un símbolo de la historia y el patrimonio de Cantabria, la gran portalada de la antigua Casa de Salud Valdecilla, quedó en el olvido. Hoy, lucha por sobrevivir
Santander - Publicado el - Actualizado
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En una finca de Parayas, atrapada entre zarzas y escombros, yace un tesoro que forma parte esencial de la historia cántabra: la monumental portalada de la antigua Casa de Salud Valdecilla. Con el paso del tiempo, esta imponente obra arquitectónica, creada por el aclamado arquitecto Gonzalo Bringas en colaboración con el Marqués de Valdecilla, ha quedado relegada al abandono.
La historia de esta portalada es, en muchos sentidos, la historia de Cantabria misma. En su época, la Casa de Salud Valdecilla representó un avance pionero en la sanidad pública española, destacándose como un símbolo de modernidad y excelencia. El propio Marqués de Valdecilla, quien financió el proyecto junto a Bringas, soñó con un hospital que fuera referente de la sanidad pública no solo en Cantabria, sino en toda España. Sin embargo, con la creación de Nuevo Valdecilla en los años 70, la monumental portalada fue apartada, dejada a su suerte, quedando abandonada en un rincón donde el tiempo y el olvido la fueron enterrando lentamente.
Que significa esta portalada para los cántabros
La respuesta va mucho más allá de su valor arquitectónico. Es una pieza que honra nuestras raíces y que simboliza la historia de aquellos indianos, como el Marqués de Valdecilla, quienes dejaron un legado duradero en su tierra natal. Esta obra de Bringas, autor también del Palacio de la Magdalena y el Club Marítimo, es un recordatorio de nuestra capacidad para soñar en grande y construir un futuro mejor.
La situación, no obstante, sigue siendo crítica. Mientras otras ciudades en España rescatan y celebran sus monumentos históricos, nuestra gran portalada, orgullo de tantos profesionales y familias atendidas en Valdecilla, enfrenta la posibilidad de caer en la lista roja de Hispania Nostra, un grupo dedicado a proteger el patrimonio en riesgo.
Aurelio González Riancho, delegado de Hispania Nostra en Cantabria, reflexiona sobre lo que representaría la recuperación de esta joya arquitectónica. “Recuperarla sería un acto de justicia y gratitud. Valdecilla está en el corazón de todos nosotros; representa nuestra memoria colectiva”. Como bien dice González Riancho, “es de bien nacido ser agradecido”, y es momento de mostrar gratitud a nuestro patrimonio.
Los próximos pasos, según González Riancho, deben involucrar a la ciudadanía y a las instituciones. Con una respuesta unida y contundente, la recuperación de esta portalada es posible. No estamos ante un caso perdido; más bien, tenemos ante nosotros una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con la memoria y el patrimonio de Cantabria. La participación ciudadana será el motor clave en esta misión, como el propio González Riancho sugiere: “El patrimonio es como una banqueta; una de sus patas somos los ciudadanos, y cuanto más apoyo haya, más fuerza tendremos”.
Para Riancho, la gran portalada de Valdecilla es mucho más que una reliquia arquitectónica: es un símbolo de lo que Cantabria ha sido y puede ser. Recuperarla no solo supone preservar una obra emblemática, sino también construir un legado para futuras generaciones, recordándoles la importancia de cuidar nuestras raíces. Con el apoyo ciudadano y la acción institucional, esta portalada puede volver a ocupar su lugar como testigo vivo de la historia y el carácter de Cantabria.