Los peligros de conducir de noche que no conocías

Visión limitada: no es lo mismo conducir de día que de noche

Cuando el sol se oculta, nuestra capacidad visual se reduce hasta un 20%. Esto no solo afecta a la percepción de distancias, sino también a la detección de otros vehículos o posibles obstáculos. De noche, hasta que no ves las luces de un coche, es difícil calcular a qué distancia está, y eso puede ser fatal en maniobras rápidas o adelantamientos.

Además, la fauna silvestre es un gran peligro: animales como ciervos, vacas o caballos, que no suelen aparecer de día, salen a las carreteras buscando la sal que se echa en invierno para evitar el hielo. Un choque con una mole de 300 o 400 kilos en plena curva puede ser devastador.

Velocidades más altas y confianza excesiva

Con menos tráfico, muchos conductores se confían y pisan el acelerador más de lo debido. Pero esta falsa sensación de seguridad no solo aumenta los riesgos de accidente, sino también la probabilidad de recibir sanciones: proporcionalmente, se imponen más multas de noche que de día.

Horas críticas: de las 4 a las 6 de la mañana

Este es el tramo horario con más accidentes registrados. Las razones son claras: fatiga acumulada, somnolencia y, en muchos casos, el regreso del ocio nocturno. En este contexto, los conductores más propensos a sufrir accidentes son hombres solteros entre 35 y 40 años. Además, cuando una pareja viaja, es más común que sea el hombre quien conduzca, y este perfil concentra más incidentes.

El peligro de las decisiones arriesgadas

De noche, el consumo de alcohol y otras sustancias es más habitual, lo que reduce la concentración y aumenta la temeridad al volante. La percepción del riesgo disminuye, y esto lleva a tomar decisiones que nunca se considerarían durante el día. Este factor se agrava en zonas rurales o de montaña, donde los peligros adicionales, como curvas cerradas o la aparición de animales, son más frecuentes.

Carreteras mal iluminadas y puntos negros

Muchos tramos de carretera carecen de iluminación adecuada, especialmente en zonas como Cantabria, donde hay puntos negros conocidos como la carretera que va de Colindres a Ampuero y otros en la zona de Castro Urdiales y también en Torrelavega. Aunque la infraestructura eléctrica existe, en ocasiones no está en funcionamiento por políticas de ahorro. Sin embargo, estas medidas cuestan vidas. Una mejor iluminación podría reducir significativamente los accidentes nocturnos.

¿Qué puedes hacer para protegerte?

Evita el alcohol y las sustancias que afecten tu concentración. Incluso una pequeña cantidad puede marcar la diferencia entre una decisión prudente y una imprudente.

Respeta los límites de velocidad y no te confíes por la falta de tráfico.

Aumenta tu atención. Aunque conduzcas solo, los peligros siguen ahí.

Revisa tus luces y frenos antes de cualquier trayecto nocturno.

Descansa bien antes de conducir. Si notas signos de fatiga, para y toma un descanso