Verónica, dueña de una tienda en Paiporta, sorprende con esta idea para volver a brillar tras la DANA: "Por fin"
María José Navarro, en su 'Historia del Día', nos cuenta el modo en el que esta luchadora pelea por volver con fuerza a su trabajo tras la riada
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Por fin.
Llevamos un mes y pico deseando que, desde muchos rincones de la Zona Cero de la Dana, llegue ese mensaje. Por fin.
Eso significa que se logra algo, por primera vez, después de mucho tiempo o de mucho trabajo o de mucho esfuerzo. Y además, con énfasis. Escuchar un “por fin” desde Valencia, es la constatación de que un deseo se ha conseguido. Y a lo mejor no hay todavía muchos “por fin” pero un “casi” también ayuda.
Hace unos días les presenté a Verónica.
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Verónica tenía una tienda de zapatos que se le fue a pique en la pandemia. Hace dos años, había abierto en Paiporta una tienda de ropa. Vefata, que corresponde a Verónica Faya Tarazona, quedó arrasada el 29 de Octubre. Pero, desde entonces, Vero se calzó sus botas y se ha pasado muchos días, todas estas semanas, limpia que te limpia.
Y llegaba la ayuda. Porque esa ayuda fue llegando. Los voluntarios, los amigos, los vecinos. Hasta una tienda de Llodio en Álava, “Nina Life Styling”, rifó un plumas monísimo de su colección y recaudó 2.500 euros para Verónica.
Y ayer por la tarde, después de limpiar sin parar, Vefata abrió un ratillo. Abrió de 15 a 20 horas, e hizo un showroom. Con zapatos, abrigos, camisetas, calcetines, bolsos.
Y hoy vuelve a abrir. Porque le van a llegar más cosas.
Por fin. O casi. Casi casi.
Ojalá y poder contarles todos los días un casi. Y un por fin.
Así conocíamos el modo en el que verónica faya, emprendedora, sufría los estragos de la dana
En Paiporta, en la Calle Maestro Palau número 16, hay un cartel que dice Vefata. Es una tienda de ropa de mujeres que vende presencial y por Instagram. La dueña se llama Verónica Faya Tarazona y por eso le ha puesto Vefata a la tienda.
Verónica es su propia modelo. Ella se pone su musiquita para bailar y se graba ahí luciendo las novedades que le llegan cada siete días. Pero, claro, hace tres semanas, de Vefata solo queda el cartel.
Verónica lleva tres semanas quitando barro de su tienda. Y cualquier avance, cualquier ayuda, la celebra con mucho ánimo.
Verónica montó Vefata después de la pandemia. Tenía una tienda de zapatos que tuvo que cerrar por el maldito Covid y justo ahora, hace dos años, había abierto Vefata. Ahora, lucha como una jabata por volver a brillar tras la DANA. Y lo conseguirá.