Albacete 2017, frenazo al buen crecimiento

Finalizado el abono del Centenario de la plaza de toros de Albacete, es momento de sentarse y reflexionar sobre lo vivido y visto en el ruedo de la calle Feria, pero no únicamente ceñirnos a los estrictamente artístico, siempre es aconsejable –por no decir obligatorio- el ir un paso más allá y analizar todo lo que ha rodeado al abono. Vayamos al lío.

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En primer lugar, se presentaron unos carteles variados y para todos los gustos, con jóvenes, emergentes, toreros locales (mandato imperativo del pliego de condiciones mediante), las figuras excepto Ponce y Castella pero con Manzanares y Morante. En general, bien. Ahora, leyendo entrelíneas, nos encontramos con un abono predecible que mantenía la estructura de años anteriores, buena composición pero sin nada que cause una emoción desmedida –el éxito también radica en sorprender e ilusionar al aficionado-, un cartel sin remate en el Centenario (la inclusión del Fandi chirriaba, dándonos el tiempo la razón), siendo el cartel del sábado 16 de septiembre bueno para el aficionado pero flojo para el gran público, esto es, tres jóvenes que deberían haber ido entremezclados con las figuras, lo que da un punto de atracción y apuntala los carteles. Hasta ahí, la previa tras presentarse los carteles. Vayamos con lo sucedido antes de comenzar el abono.

Sucede que Manzanares, por lesión, y Morante por cortar la temporada, se caen de la Feria, lo que quita brillo, lustre y relumbrón no sólo a Albacete sino a casi todas las ferias que quedan. Ahora, la empresa “lataurinomanchega2”, apuesta por Roca Rey para reemplazar a Morante, y dos toreros como Talavante y Perera el día del Centenario suplen a Manzanares. Ningún pero, gustos al margen, que se le pueda poner a la empresa. Lo que es justo, es justo. Ahora bien, en el apartado ganadero se ha recuperado en líneas generales una presentación aceptable de los toros lidiados, con los lunares de “El Vellosino”, Alcurrucén y Daniel Ruiz. La primera, por una presentación feísima, con toros zambombos y regordíos impropios de esta plaza. Alcurrucén, porque una vez más vuelve a decepcionar en Albacete, y lo de tener bula aquí ya cansa, pareciendo el día de la marmota una y otra vez. Y Daniel Ruiz, naufragando por presentación y juego en nuestra plaza. Por cierto, por juego también decepcionó La Quinta y por eso se antoja complicado que retorne a nuestra plaza en 2018. Habría faltado una corrida top en nuestra plaza, tipo Victorino, por ejemplo, que hubiese redondeado el menú ganadero para lo vivido. Aún así, el tono ganadero es medio-alto, lo que siempre es positivo.

En cuanto a los toreros, destacaron sobremanera Rubén Pinar, triunfador moral y numérico de este serial, por pundonor, entrega y dar lo que hay y lo que no. Es el más listo de la clase y lo seguirá demostrando mientras le dejen. Y Pinar merece un mejor trato para el próximo año en nuestra plaza, sin duda. También sobresalieron Talavante con dos faenas la tarde del Centenario con su toreo personal, erguido y acinturado, Roca Rey en su primera tarde, Ferrera y El Juli por no volver la cara –heroico Ferrera, además-, Andrés Palacios porque ha corroborado que es un torero recuperable, Ureña por pureza en concepto, Ginés Marín por su suavidad con las telas –aquí hay futuro-. Aunque ha faltado esa faena rotunda que ponga a todo el mundo de acuerdo. Buenos pasajes, sí, pero no la excelencia.

Sobre los toros, las corridas de Garcigrande y Domingo-Hernández, junto con Torrestrella, son acreedoras para ser catalogadas como el mejor hierro de este serial. Y de toros, “Orgullito-55” de Domingo Hernández, en un indulto excesivo, “Sabor-6” de Torrestrela, de vuelta al ruedo, posiblemente el mejor toro de todos los vistos, y “Merecido -74” de Santiago Domecq, en una vuelta al ruedo también excesiva. En cuanto a los indultos, en diversas ocasiones hemos visto que el fenómeno indultador tampoco es ajeno a nuestra plaza, donde se han visto peticiones para perdonarle la vida a algunos toros. El triunfalismo no es solución, sino parte del problema.

Y lo vivido en el tendido, donde no se ha colgado el “no hay billetes” ninguna tarde pese a haberse conseguido llenos aparentes, siendo las entradas las siguientes: más de media, lleno, más de tres cuartos, más de media, más de dos tercios, algo menos de media, tres cuartos de entrada, lleno aparente, dos tercios, lleno aparente. ¿Son estos aforos positivos? En teoría, sí. Pero viendo la tendencia al alza seguida estos años, parece que se ha tocado techo en nuestra plaza, tanto por lo que la empresa “lataurinomanchega2” puede aportar –que seguro es mucho más de lo expuesto, especialmente en promoción y difusión, como se ha dicho, con gala multimedia de la presentación de los carteles y ganaderías, por ejemplo- ya que Albacete no puede dormirse en los laureles porque, aunque su situación y momento es privilegiado, hay que seguir trabajando como si se empezase de nuevo y de cero cada año, con ilusiones renovadas y con la esperanza de lograr, no sólo que Albacete sea una de las ferias más importantes de la temporada, sino para que nuestra plaza sea ejemplo y espejo donde el resto de cosos puedan fijarse y aprender de lo que es gestionar bien una feria. Es el momento no de ser un reducto únicamente sino de intentar colocarse en un ejemplo para el resto. Pablo y Luisma Lozano han dicho a COPE Albacete que “tenemos que hacer balance para valorar si continuamos, habrá que sentarse a hablar”. ¿Finaliza aquí la segunda etapa de los Lozano en el coso de la calle Feria? ¿Prórroga o nueva adjudicación? En breve, esperamos, tendremos la respuesta, aunque parece haber muchas dudas por parte de los empresarios. Veremos…