Los empresarios, tajantes con la propuesta de reducir la jornada laboral: "Palabra de comunista"
Carlos Marín, presidente de Fecir, le ha recomendado a Yolanda Díaz que monte un negocio y "vea los impuestos con los que nos fríen"
Ciudad Real - Publicado el - Actualizado
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La vicepresidenta del Gobierno de España, Yolanda Díaz, se desmarcó ayer, 1 de mayo, conmemoración del Día Internacional del Trabajo, asegurando que el Gobierno quiere que trabajemos menos, para vivir mejor. Reducir la jornada laboral, pero claro, surge la pregunta. ¿Quién pagaría esto? Porque recordemos que nada es gratis, ni la sanidad, ni la educación, y esa reducción de jornada podría recaer vía impuestos en nuestros bolsillos o en el de los empresarios.
Carlos Marín, presidente de los empresarios de Ciudad Real (FECIR), ha asegurado hoy en Cope que “son palabras de una comunista, pretende que al final lo paguemos entre todos, empresarios, autónomos y trabajadores. Hay que trabajar todo lo que se pueda para poder vivir mejor que decía mi abuelo”
Para Marín lo que plantea la ministra es imposible. “Estamos hablando de un país donde la empresa que predomina es la pyme, la micropyme y el autónomo. Donde la media de trabajadores está en 6-7 trabajadores. Donde el empresario es un trabajador más. Quién va a compensar esa productividad. Porque estamos en el país de la peor productividad de Europa. Es un problema gravísimo. Nosotros estamos dispuestos a las mesas de negociación, que es donde tenemos que negociar con los legítimos representantes de nuestros trabajadores, que son los sindicatos”.
Marín le hace una recomendación a Yolanda Díaz. “Yo le recomendaría a la ministra que montara un pequeño negocio, un bar, un pequeño taller, y viviera con los impuestos a los que nos está friendo su gobierno. Me gustaría que vivieran en sus propias carnes lo que nosotros estamos viviendo”.
En relación a los cinco días de reflexión que se tomó Pedro Sánchez, Marín ha sido tajante. “Yo no me lo puedo permitir. Yo, como buen autónomo y como buen empresario, tengo que estar en mi casa trabajando y no me puedo permitir esos lujos. Eso yo creo que no se lo debería permitir ni siquiera el presidente del Gobierno. La imagen que hemos quemado al mundo entero no ha sido una buena y al final la imagen de España es muy importante para un país como el nuestro que vende marca, que vende nuestros productos fuera”.