Alfonso Ortigado: "Es muy importante que el niño tenga participación activa en la prevención de la gripe en la sociedad"

Una semana después de que la Consejería de Sanidad haya puesto en marcha la vacunación de la gripe, con la inclusión, como novedad, de los trabajadores de escuelas infantiles de 0 a 3 años y de las guarderías y centros infantiles hasta 5 años, en Herrera en COPE en Guadalajara hemos abordado la idoneidad de administrar las vacunas antigripales a los más pequeños, algo que resulta totalmente indiscutible para el Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara, Alfonso Ortigado.

"Después de la COVID-19, la gripe hace coinfecciones más agresivas con otros virus y hace que los virus gripe, que son estacionales, puedan coincidir con otros, como son el virus respiratorio sincitial, el de la bronquiolitis", ha explicado, indicando que, por este motivo, "desde el año pasado se ha hecho desde Salud Pública una vacunación de todos los niños desde los seis meses de edad hasta los cinco años".

En este sentido, Ortigado ha advertido de que, aunque la gripe B, que hace su aparición fundamentalmente en octubre o en noviembre, "parece un catarro, parece más leve, nada serio", hay que tener "cuidado con la gripe A, que es la que viene después en enero, febrero, y que provoca un cuadro febril, con afectación del estado general". 

Por ello, el pediatra alcarreño ha recomendado la vacunación infantil, ya que "si vacunamos a los niños evitaremos también la propagación de estos virus en la población".

Con respecto al tipo de vacuna, existen dos, según grupo de edad. Para el primero, "desde los 6 meses hasta los 2 años, se pone la vacuna inyectada", y para el segundo, "entre los 2 y los 5 años, es la vacuna nasal", que protege al pequeño, ya que "de una forma muy importante el niño genera una fábrica de anticuerpos" y, además, "al ser portador nasal, está protegiendo a los niños que están en su clase, a sus padres, a los abuelos...". 

En definitiva, para el doctor Ortigado "es muy importante que el niño tenga participación activa en la prevención de la gripe en la sociedad".

Finalmente, el Jefe de Pediatría del Hospital de Guadalajara ha aclarado la diferencia entre un catarro y un proceso gripal. 

"A partir de septiembre, llegan los famosos catarros, que en su inmensa mayoría se han producido por virus, no por bacterias", siendo los más predominantes "los rinovirus", cuyos síntomas son "rinitis, esa congestión, ese moquillo, esa febrícula o fiebre, que no dura más de dos o tres días", ha señalado, aconsejando a los padres que lleven a sus hijos a un especialista cuando la fiebre de un proceso catarral "dure más de tres días".

Y es que, aunque la gripe puede empezar como un catarro de vías altas, "al final, tiene una clínica más complicada", ha advertido Alfonso Ortigado, enumerando entre sus síntomas habituales "fiebre más alta, de más de tres días de duración; una afectación de estado general; los niños empiezan a toser más, incluso pueden dejar de comer".