La despedida que ha podido acabar en tragedia: encapuchados y con un subfusil

Lo pensaron como una broma, pero tendrían que haberle dado una vuelta: los vecinos asustados acabaron avisando a la policía que actuó como una amenaza real

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La despedida que ha podido acabar en tragedia: encapuchados y con un subfusil

Javier Herrero

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Es uno de los temas de los que más se está hablando en la calle hoy en día por lo curioso que es. Y es que todo ha surgido a raíz de una publicación de la policía Local en Guadalajara que decía así: “Nos alertan acerca de la presencia de tres encapuchados portando un rifle de asalto. Se comprueba que es una réplica de airsoft. Todo formaba parte de una broma el arma es intervenida junto con varias sustancias estupefacientes.”

Bueno pues resulta que era una despedida de soltero que ya se nos están empezando a ir de las manos. Ahora cada vez está más de moda coger al novio o a la novia un jueves o un viernes por la tarde y literalmente secuestrarlos. Lo que hacen es que los cogen en volandas, un compinche se ha encargado de hacerle la maleta previamente y sin que sepa nada, se le lleva a algún lugar de España para un fin de semana de diversión antes de su boda.

Hasta aquí nada nuevo, pero también hay que ser medianamente inteligentes: Chicos y chicas, si váis a secuestrar a un amigo para llevároslo de viaje, por Dios, no lo hagáis vestidos de paramilitares, con cuchillos y hasta con un fusil de asalto y andéis tan tranquilos por la calle.

En este cas era por el parque lineal del barranco del Alamín, pero vamos que da lo mismo; la gente se va a asustar, la policía te va a coger a ver qué pasa y al final el susto te lo vas a acabar llevando tú.

Es lo que ha pasado en los últimos días en Guadalajara y que ha publicado la Policía Local en sus cuentas de redes sociales…

El fusil era de aire comprimido y todo era atrezzo por lo que parece. Todo, menos las sustancias estupefacientes que tenían entre el equipaje

Es una broma que puede parece graciosa pero que ojo, porque como nos ha contado el concejal de Seguridad Ciudadana podía haber acabado bastante mal: "Con el nivel de alerta antiterrorita 4 en el que estamos, los agentes acudieron al aviso y todo habría podido acabar peor. Si llegan a haber apuntado a algún agente se podría haber abierto fuego".

Al final la profesionalidad de los agentes hizo que no abrieran fuego, se comprobó que eran chavales haciendo la broma y no fue a mayores salvo por la multa que se llevaron.

Es una sanción grave y este tipo de sanciones pueden llegar a ir desde los 600 hasta los 30.000 euros. A ellos se les quedó en 800 y en un gran susto cuando vieron a los agentes aparecer.

Eso sí, ese novio ya tiene otra anécdota que contarle a sus futuros hijos si Dios quiere

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