Burgos celebra los 60 años de transformación que supuso el Polo de Desarrollo

Hoy se cumplen 60 años de la colocación de la primera piedra del Polo de Desarrollo de Burgos. Una fecha clave de nuestro pasado para entender la realidad del Burgos de hoy.

En 1964, Burgos, con algo más de 80.000 habitantes, inició una histórica transformación que duplicó su población en dos décadas y conformó un tejido industrial que perfiló el futuro de la capital.

Fue la decisión de los gobiernos tecnócratas del antiguo régimen, en pugna con otras ciudades que ansiaban el proyecto que, definitivamente vio la luz en Burgos.

El crecimiento, en una parte esencial se manifestó en la llegada de miles de burgaleses de la provincia, al ritmo de la creación de empleo de las industrias que se instalaban en la capital, hasta alcanzar, 60 años después, el liderazgo como capital más industrializada de Castilla y León.

Esta mañana el Ayuntamiento de Burgos ha conmemorado la efeméride en un acto en el que se han dado cita algunos de los empresarios más importantes de la ciudad. Uno de los más longevos, Carlos Gil Carcedo, ha leído el siguiente manifiesto:

El 30 de enero de 1964 marcó un antes y un después en la Historia de Burgos. Ese día de hace ahora 60 años se colocó la primera piedra del Polo de Desarrollo al aprobarse la designación de Burgos como un enclave de promoción industrial, un proyecto que transformaría nuestra ciudad hasta convertirla en una ‘locomotora’ empresarial, económica y social.

Seis décadas después podemos reconocer orgullosos que el objetivo con el que nació aquel plan de desarrollo se cumplió con creces. Somos la ciudad que somos gracias a lo acontecido a partir de aquella fecha y en las décadas sucesivas cuando se produjo un extraordinario cambio urbanístico y demográfico que ha hecho de Burgos una ciudad privilegiada.

La actividad productiva, impulsada por una situación geográfica estratégica, hizo que creciéramos de forma exponencial hasta posicionarnos en España y en Europa. Nuestros polígonos industriales -Este, Villalonquéjar y Monte de la Abadesa, junto al CAE y el futuro Parque Tecnológico- ocupan hoy más de la mitad de las cerca de 3.800 hectáreas que tiene Burgos, un dato que nos sitúa en la punta de lanza de las ciudades españolas en PIB. Ese dinamismo empresarial y esa cultura industrial tan arraigada en Burgos son responsables de que Burgos se haya mantenido durante décadas entre las ciudades con mayor crecimiento económico, con un elevado índice de desarrollo humano, menor tasa de paro y mayor peso industrial, lo cual se traduce en una ciudad con gran calidad de vida y bienestar social.

En este aniversario no pueden acompañarnos muchos de esos grandes empresarios que a base de tesón y esfuerzo pilotaron ese gran milagro industrial, especialmente en una primera ‘década prodigiosa’ cuando se levantaron más de 100 nuevas fábricas y se crearon 15.000 puestos de trabajo. Su ausencia, sin embargo, no nos hace olvidarles. De la fortaleza y de la visión innovadora de buena parte de aquellos

proyectos empresariales dice mucho que un tercio de esas actividades productivas continúen en la actualidad desarrollando su negocio en Burgos. Desde Bridgestone hasta Campofrío, pasando por Antolín, Nicolás Correa, Edscha, Gonvarri, San Miguel o Gala. Otras cerraron ya hace tiempo sus puertas, como Taglosa o Cellophane, pero su aportación también fue clave para el despegue.

Esta efeméride también debe conllevar una reflexión. La inercia del Polo Industrial sobrevive, pero da síntomas de agotamiento. Con la entrada del nuevo siglo, si bien la mayor parte de las grandes industrias se han consolidado y han ampliado su capacidad productiva con nuevas inversiones, no ha habido implantaciones de nuevas empresas significativas.

No obstante, debemos y podemos ser optimistas. Las oportunidades que ofrecen los nuevos modelos productivos y los cambios tecnológicos son muchas, y el potencial de nuestras empresas enorme. La ciudad tiene también la capacidad de ampliar el suelo industrial a medio plazo con nuevos polígonos, parques empresariales y tecnológicos, y atraer así a importantes empresas.

En este 60 aniversario el Ayuntamiento de Burgos quiere reconocer una vez más la capacidad emprendedora y la apuesta que hicieron y hacen los empresarios por esta ciudad, no en vano, el relato sobre la transformación de la ciudad a través de la industria, forma parte del nuevo proyecto de Burgos como ciudad candidata a la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031. En este Consistorio siempre encontrarán cuantos apoyos sean necesarios para seguir creciendo y generando riqueza. Nuestro compromiso es claro. No hay más camino que el de la apuesta firme y decidida por el tejido industrial y empresarial. De la mano seguiremos alcanzando nuevas e importantes metas.

En el acto se han repetido mensajes de unión y colaboración entre las instituciones y las empresas privadas. El Ayuntamiento de Burgos, en palabras de la alcadesa, Cristina Ayala, y de los portavoces de los distintos grupos municipales, tiende la mano a quienes forman parte de los diferentes polígonos de la ciudad, con ese futuro Parque Tecnológico como uno de los temas centrales. Una tradición empresarial con la que cuenta Burgos que, para el presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos, Miguel Ángel Benavente, "no se puede perder".