El compromiso con el acogimiento de una familia de Burgos: 7 menores y más de 20 años

El acogimiento familiar es una medida puesta en marcha en Castilla y León en 1989. Permite a los niños y niñas que han sido separados de sus padres crecer en un ambiente familiar estable durante un tiempo determinado.

Burgos contaba a fecha de 31 de diciembre de 2023 con 143 menores en acogida. De ellos, 90 lo están en entornos familiares, es decir, han sido acogidos por una familia en su casa. Otros 53 se encuentran alojados en residencias. Esta segunda opción es la que menos se lleva a cabo, de hecho la Junta de Castilla y León prevalece el acogimiento familar por delante del residencial y, especialmente, en el caso de los menores de 6 años.

El burgalés David Pereira es un padre de familia involucrado en esta causa desde hace más de 20 años, fueron de los primeros en hacerlo. Junto a su mujer, han acogido a 7 niños y niñas, incluso desde antes de nacer su única hija biológica.

Unidos por el voluntariado

David ha contado en COPE cómo su vocación de voluntariado tuvo mucho que ver para iniciarse en este proyecto de vida. "Cuando conocí a mi esposa, los dos estábamos vinculados al voluntariado, tanto de niños como de personas mayores, y decidimos que ya que prendíamos una vida juntos, que teníamos que hacer algo conjunto. Y la vida nos ha ido llevando", comparte Pereira.

A pesar de las preocupaciones comunes sobre la convivencia y el temor a las despedidas, Pereira anima a otros a sumarse al acogimiento familiar, destacando la satisfacción y alegría que brindan los niños durante su tiempo en casa. "Compensa ese miedo que tiene la gente a la despedida. Eso es una parte de la vida muy pequeña, con toda la alegría que te da", afirma.

¿Y qué pasa después? Una vez los menores abandonan la familia, bien para regresar con sus padres o a cualquier otro lugar. “Hay familias que tienen ese miedo a la posesión, entonces con la mayoría no tenemos relación. Con algunos sí, nos hemos ido hasta de vacaciones con sus familias”, apunta este burgalés, que ha aprendido la importancia de no juzgar a las familias, ya que cada una tiene su cultura y manera de ser.

Con más de dos décadas de experiencia, esta familia ha acogido a niños y niñas de diversas partes del mundo y circunstancias diferentes, demostrando la diversidad y la universalidad del programa de acogimiento familiar. Su historia inspiradora destaca la importancia de esta iniciativa y la necesidad de más familias comprometidas con esta causa.