OPINIÓN-SOCIEDAD
Con perspectiva- “La posada del peine”
Lee y escucha aquí a la colaboradora de COPE Bierzo, Silvia Rodríguez Álvarez
Ponferrada - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
“LA POSADA DEL PEINE”
“No sé lo que se figura este heliogábalo… cree que mi casa es la posada del Peine.
Después que él me come un codo, trae a su compinche para que me coma el otro. Y por las trazas, debe tener buen diente y un estómago como las galerías del depósito de aguas…”
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós, uno de los máximos representantes del Realismo del siglo XIX nos relataba en su magnífica novela Fortunata y Jacinta, ambientada en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX los avatares de dos mujeres pertenecientes a distintos estratos sociales cuyas vidas se cruzan unidas por un trágico destino. Menciona este insigne autor la famosa Posada del Peine, sin lugar a dudas, la más castiza y antigua de la Villa y Corte, pues su historia se remonta al año 1610, cuando Juan Posada decide abrir un negocio familiar donde alojar a las personas que acudían a la Corte, en la que por entonces, se llamaba calle Vicario Viejo, en la actualidad Marqués Viudo de Pontejos. Su curioso nombre se debe a que en sus habitaciones había un peine a disposición de sus clientes, eso sí, atado con una cuerda al lavamanos para que nadie se lo llevase “prestado”, hay que tener en cuenta que este artículo era todo un lujo para un establecimiento de paso.
Los hermanos Espino, sus nuevos benefactores se encargaron de ampliarla y decorarla conforme al gusto de la época, convirtiéndola en un próspero negocio gracias al ‘Savoir Faire’ de Francisco Álvarez Acevedo. En 1892, se coloca en su remodelada fachada un reloj para conmemorar el cuarto centenario del descubrimiento de América, aunque hoy en día sólo se conserva el hueco de la esfera.
Durante décadas la Posada del Peine fue el hospedaje de Madrid con más tránsito, situada junto a la Casa de Postas, lugar destinado al refresco y cambio de los caballos que seguían los caminos para repartir la correspondencia, era el punto estratégico al que llegaban las diligencias, los carruajes y los nutridos grupos de viajeros procedentes de todas partes. Además, el desmesurado aumento de la población acusaba la falta de vivienda, por lo que muchos ciudadanos vivían en posadas.
La Posada del Peine era un bullir de gentes, que se arremolinaba por los laberínticos pasillos que conducían a las habitaciones donde se hospedaron personajes ilustres como Goya, Gustavo Adolfo Bécquer, Casta Esteban, José Gutiérrez o Sorolla. Incluso puede presumir esta vetusta posada, de fantasma propio y es que un halo de misterio envuelve a la habitación 126. Este cuarto que se comunicaba con otros a través de una alacena y se utilizaba al parecer para esconder a los fugitivos, albergar reuniones clandestinas o encuentros amorosos prohibidos. Se dice que una mujer vestida de negro de pies a cabeza, que nunca se atrevió a salir de su alojamiento, vaga con la mirada perdida por dicha estancia.
Labrado a conciencia por la pátina del tiempo, más de 400 años de historia contemplan a esta posada. Adquirida en 1970 por la relojería Girod que reforma la primera planta para instalar su taller dejando de prestar entonces, los servicios de hospedaje para los que fuera concebida originalmente.
Es en el año 2006 cuando renace cual ave Fénix y se convierte de nuevo en un establecimiento de referencia en la capital, ubicada en un enclave privilegiado a pocos metros de la Plaza Mayor y frente al Palacio de Santa Cruz, este moderno hotel de cuatro estrellas todavía destila costumbrismo, aroma a coñac, romanticismo, carajillo y nostalgia, glorias de épocas pasadas se dan cita en esta posada encantada donde el mismísimo Bécquer, complacido parece farfullar ensimismado una leyenda.
SILVIA RODRÍGUEZ, COLABORADORA DE COPE BIERZO
Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana ‘Con otra perspectiva’. Todo en ello en Cope.es/Bierzo.
Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, decidió estudiar esta carrera porque le apasiona la lengua y especialmente la literatura. Además, le encanta leer, escribir y escuchar buena música. Es feliz trabajando en equipo y entiende “que estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.
Además, es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una gran labor en nuestra comarca. Enamorada de su profesión, la enseñanza. Es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal.
Se define como una persona vital, alegre, optimista y sobre todo con gran sentido del humor. Además, ha realizado el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del andaluz Miguel Velasco Nevado.