SARGAS Y VIDRIERAS: LA PASIÓN DEL SEÑOR ANTE NUESTROS OJOS

Más allá del rumbo político de nuestro país, Marta nos recuerda en el editorial del programa el compromiso continuo con la sociedad de Cáritas Española, que acaba de hacer público su informe anual. También las aportaciones de los ciudadanos en su declaración de la renta a favor de la labor de la Iglesia Católica, que han vuelto a aumentar de nuevo en el último año.

Uno de los puntos fuertes del compromiso social de la Iglesia es su protagonismo como agente cultural gracias al riquísimo patrimonio que custodia y que pone al alcance de todos. Es el caso de dos iniciativas que esta cuaresma se han puesto en marcha en la diócesis de Segovia y que acercamos a los oyentes en este Espejo entrevistando a dos de sus protagonistas.

Francisco Jimeno, vicario de pastoral, nos da cuenta de la exposición de sargas y dioramas «Gloriosa Pasión» que desde el 19 de marzo y hasta el final de la Semana Santa se podrá visitar en el claustro del seminario conciliar: más de 20 piezas con un carácter catequético que nos hablan de la devoción cristiana en los días más intensos de nuestra fe. Merece la pena conocer las sargas que se exhiben, siete en total, telas decoradas con motivos de la Pasión que cubrían los altares de nuestros templos moviendo al pueblo a la meditación de sus misterios. Una muy cuidada exposición en el claustro del seminario, en espacio que, gracias a este tipo de iniciativas, ya se ha hecho un hueco en la oferta cultural de la ciudad.

Como ya lo tiene ganado a pulso la Catedral de Segovia. En esta ocasión, se nos anima a visitar sus vidrieras en una serie de visitas guiadas con aforo limitado. José María Rubio, guía de nuestra querida Dama, nos ilustra sobre el programa iconográfico con el que fueron concebidas para mostrar a los fieles la historia de la redención y otros pasajes de la vida de Jesús. También pueden admirarse las vidrieras modernas ejecutadas por el maestro segoviano Muñoz de Pablos que siguen engrandeciendo el conjunto en nuestros días.

El Espejo también se hace eco del reciente viaje del Papa a Irak con Jesús Riaza, sacerdote de la diócesis y buen conocedor de Oriente Medio, que no duda en calificar el periplo papal de valiente y merecedor de marcar todo un pontificado. Francisco, nos dice, sigue tendiendo puentes, en este caso en una tierra donde los cristianos, a pesar de no ser más que una minoría marginada socialmente, viven unidos y ejercen una labor social de intermediación entre las distintas razas y creencias de la zona.

David, en esta ocasión, sigue la estela de Marta en su editorial y marca en cuatro pinceladas las escandalosas diferencias que por desgracia existen entre la aturdidora y vociferante actualidad política y la labor callada y eficaz de la Iglesia, compartiendo con los oyentes una lectura muy personal del pasaje del fariseo y el publicano. Este último merece ser escuchado entre otras voces que parecen cubrir la suya. Esa es la misión de nuestro programa.

Manos Unidas vuelve a cerrar el Espejo con un cuento casi, casi evangélico: cómo unas palabras pronunciadas con una fe sincera delante del Señor son capaces de perdurar durante siglos y formar parte de lo más íntimo de cada uno de nosotros cada vez que nos llegamos al sacramento de la Eucaristía. «Señor, no soy digno de que entres en mi casa…». ¿Alguien quiere conocer su historia?