Pentecostés. Confirmaciones de adultos
Hablamos con Inmaculada Moreno una madre de familia que en edad adulta ha querido prepararse para recibir el sacramento de la confirmación el día de Pentecostés.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En la solemnidad de Pentecostés la Iglesia española celebra la jornada del apostolado seglar y de la acción católica, una cita que nos impulsa a descubrir la riqueza del laicado en la vida del Pueblo de Dios. Este año el lema es: «Los sueños se construyen juntos». Tanto la institución del ministerio del catequistas, como la posibilidad de acceder a los ministerios de acólitos y lectores a las mujeres suponen un claro afianzamiento del papel de los laicos en el seno de las comunidades cristianas pero no podemos perder de vista que la acción del laico no se puede reducir a sus servicio en los actos litúrgicos y a la transmisión de la fe, lo que nos conduciría a una clericalización del laicado peligro que el mismo Papa desea evitar.
Como afirman los obispos en su mensaje con motivo de esta jornada la razón del ser del laico es su testimonio en el mundo. El desarrollo de la sinodalidad nos hace pensar en una Iglesia en la que los laicos no son “actores de reparto” o secundarios, sino protagonistas, junto con los pastores y la vida religiosa, en la misión de anunciar el Evangelio de Jesucristo. Una Iglesia sinodal se traduce en una Iglesia en salida, del acompañamiento, de la fraternidad. Una Iglesia que busca crear puentes de diálogo, de encuentro con los que son y piensan diferente a nosotros, frente a una cultura del enfrentamiento, del descarte.
La misión fundamental del laicado, como dice el Papa en Evangelii Gaudium, es actuar desde las propias instancias de la sociedad, desde su propia lógica interna, siendo su compromiso fundamental, ser fermento y transformar esa realidad desde la Buena Noticia del Reino.
Pentecostés es el día escogido para que los adultos de nuestra diócesis reciban el sacramento de la confirmación de manos de nuestro obispo en la Santa Iglesia catedral. Entrevistamos a Inmaculada Moreno, madre de familia residente en Madrid pero que cada fin de semana acude a Riaza de donde es su marido. Allí, al ver a su hijo prepararse para recibir la confirmación, se ha sentido ella también llamada a prepararse para llevar a culmen su iniciación cristiana. Con otra media docena de adultos de Riaza se han formado durante todo un año para en esta fecha poder recibir la plenitud del Espíritu Santo. La formación ha sido fundamentalmente “on line” dadas las circunstancias de la pandemia. Han sido acompañados por uno de los párrocos de Riaza, Florentino Vaquerizo, y se han servido de una metodología muy querida por la acción católica, el clásico, ver, juzgar y actuar. Afronta con mucha ilusión este momento y espera que sea también para ella un impulso en su compromiso con la comunidad cristiana y la oportunidad para iniciar un voluntariado, idea que le llevaba tiempo rondando por la cabeza. Para ella es un honor celebrar el sacramento en la catedral y estará acompañada por su familia y tendrá como madrina a una amiga.