Iglesia Noticia
Al servicio de una Iglesia en camino
Rectores, formadores y jóvenes rinden hoy homenaje a quienes peregrinan en el camino hacia el presbiterio.
Madrid - Publicado el
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Ternura, obediencia, dedicación, valentía, amor... son alguna de las cualidades de san José, la figura paterna de referencia para todos nosotros y cuya efeméride celebramos ayer. Valores de un santo que también son aplicables a los padres y a las familias de hoy día. En estos tiempos de corresponsabilidad, papá es aquel que brinda apoyo, que es impulso y amor, soporte e iluminación. Junto a las madres, se preocupan por darles amor a sus hijos, guiarlos y aconsejarlos, acompañándolos en este largo camino llamado vida.
Rousseau decía que un buen padre vale por cien maestros. Ellos tienen el corazón blando y la cabeza firme, hacen volar la imaginación de sus hijos y les enseñan el camino del trabajo y del esfuerzo. Les ayudan si se equivocan, les aconsejan si dudan, y no dudan en acudir si les necesitan. A los padres se les dedica un día en el año, aunque ellos dedican a sus hijos todos los días de su vida. Me van a permitir que hoy le dedique este programa a mi padre, y a mi marido en su primer día del padre. Felicidades por vuestra gran labor papás.
No nos alejamos de la figura de san José, pues también es el padre del Seminario, cuyo día especial celebra hoy la Iglesia. Rectores, formadores y jóvenes rinden hoy homenaje a quienes peregrinan en el camino hacia el presbiterio. Por eso hablamos con Antonio Collado, director espiritual del Teologado de Ávila —con sede en Salamanca— en el que estudian nuestros seminaristas mayores. Y con Juan Cruz Arnanz, rector del Seminario Menor diocesano.
Ellos nos presentan la realidad vocacional en la actualidad, con chavales «de su tiempo» a los que cuesta un poco enseñar el camino de la disciplina que rige en los seminarios y muy apegados a sus familias. Jóvenes «de la generación digital» que son como cualquier chico de hoy día, aunque hayan tomado una decisión diferente a la del resto: seguir su camino vocacional, formándose de una manera enriquecida gracias a la heterogeneidad que supone tener un proyecto con seminaristas de ocho diócesis diferentes.
Como generación tecnológica que son, los seminaristas mayores han creado por tercer año consecutivo una campaña en redes sociales con la que acercar su realidad a la sociedad. Campaña muy ligada al Camino de Santiago y sus símbolos, un guiño perfecto al lema de este año, «Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino». Y al que también han querido mirar en el Seminario Menor porque, como bien dice Juan, una de las actividades de este fin de semana ha sido completar la primera etapa del Camino de San Frutos que con gran empeño está potenciando la Pastoral de Juventud de la Diócesis.
Estos chicos, sacerdotes del futuro, se enfrentan y enfrentarán a muchos retos en su caminar, aunque le más importante de ellos será dar testimonio de vida, de la existencia de una felicidad plena mayor que la que nos ofrece el mundo en el que vivimos, en definitiva, trasparentar con su actitud que son hombres de Dios.